“A este ritmo, la gente ya no podrá pagar nada”

No cuadra lo que se gasta para sobrevivir con lo que se gana trabajando, lamentaron ciudadanos entrevistados

Por Rafael Hernández Guízar

Con una fuerte crisis eco­nómica termina el 2022 para muchos ciudadanos que ya no pueden siquiera costear los gastos de alimentación de los hogares. Página 24 realizó ayer un sondeo entre la ciudada­nía, donde destacó el hecho de que es insuficiente lo que se gana en comparación con lo que cuestan los productos y servicios que integran la ca­nasta básica.

“Mire, del salario nos su­ben cinco pesos y la canasta sube 20, entonces dónde está el beneficio de que nos suban el salario mínimo, y son gas­tos que necesitamos, no son lujos. Ya nomás mire, el he­cho de decir unos huevos con virote, ya ni para eso alcanza, antes del bolillo eran 70 cen­tavos, un peso, ahora ya son hasta cinco pesos más de lo que uno puede pagar y por ejemplo, yo tengo tienda de abarrotes y no le ganamos así que usted diga mucho, yo por ejemplo, el blanquillo (huevo) lo doy a 41 pesos, comprado por caja a 38, 39, es muy poco lo que se le gana, y uno tra­ta de cuidar el bolsillo de los clientes porque ya luego la gente ya ni quiere venir por los precios”, dijo Adriana Ló­pez, una mujer propietaria de una tienda de abarrotes.

Ella, que tiene a diario el tra­to directo con los consumido­res, ha percibido cómo la gente pierde cada vez más el poder adquisitivo, y ahora ya no se puede ni alimentar dignamente una familia según lo expuso.

“Mire ahorita algo básico es medio kilo de huevo, dos bolillos, el litro de leche, un jitomate y una cebolla y el aceite para freír el huevo y ya ahí se van los 100 pesos, en esa pequeña cantidad de cosas son 100 pesos y ya el comple­mento que son las tortillas que están también por las nubes de caras”, dijo.

Y agregó: “Mire definitiva­mente el aceite subió mucho, ya la gente prefiere la manteca de cerdo, porque mire, el acei­te, así el más barato que hay el Cristal que es el que más se vende está a 32 pesos pero es el de medio litro, para darse a eso, la gente ya no puede y eso es lo que antes costaba el litro y ni eso, costaba 27 pesos el litro”.

Escucha a diario a sus clientes el desánimo cada vez que les anuncia los incremen­tos que a ella le trasladan los proveedores, algo que ha oca­sionado que muchos dejen de acudir, pues simplemente ya no hay para pagar por produc­tos.

Por ello, advirtió que de seguir esta situación piensa que podría venir un estallido social: “Pues tristemente que piensen los del gobierno en la ciudadanía porque si uno se raja, si todos nos rajamos para hacer los pagos de impuestos qué va a hacer el gobierno, porque ni modo que a todos nos quiten la casa, si siguen así eso es lo que va a pasar, que la gente ya no va a poder pagar nada y no teniendo ellos como gobierno esas entradas de dinero cómo le van a ha­cer, que piensen en nosotros, la gente”, lamentó.