Primero se exhorta a las personas…

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Fotografía relevante a la nota.

En Guadalajara, y otros municipios de la ZMG se sanciona a ruidosos dependiendo el tamaño de la infracción, y para el caso de la Perla Tapatía, funcionarios municipales recordaron que la multa máxima puede alcanzar los 48 mil pesos/Foto: Cortesía

Ante la proliferación de fiestas, posadas y demás re­uniones debido a la época decembrina, autoridades del gobierno de Guadalajara ex­hortaron a la ciudadanía a evitar multas o detenciones administrativas derivadas por ruido excesivo.

A decir de Patricia Paola Franco Mendoza, directora de Justicia Cívica Municipal, du­rante estas fechas incremen­tan los reportes ciudadanos en torno al exceso de ruido por fiestas u otras reuniones con motivo de los festejos de Navidad y Año Nuevo, por lo que reiteró el llamado a la población a tomar las me­didas correspondientes toda vez que esta problemática es bastante común.

“En este caso Justicia Cí­vica atiende el tema de ruido que causa problemas a los ve­cinos propiamente. Cuando una persona tiene este acto de molestia puede recurrir a la policía en primera instancia llamando al 070, después (si continúan con la infracción) generan ya no solo esa mo­lestia, sino que puede derivar en un delito porque empie­zan a darse roces, conflictos que después van más allá con peleas y situaciones que des­afortunadamente caen en un delito”.

En Guadalajara, y otros municipios, se sanciona a rui­dosos dependiendo el tamaño de la infracción, y para el caso de la capital del estado la fun­cionaria municipal recordó que la multa máxima puede alcanzar los 48 mil pesos.

“Se procede ya sea a la sanción, que puede ser des­de una amonestación verbal, puede ser arresto, que son de 20 a 36 horas de arresto, una multa que es de 20 a 500 UMAS, estamos hablando que una UMA en el año 2022 está en 96.22 pesos, así que la multa más baja está rondando entre los 2 mil 800 pesos un poquito más y la más alta está en más de 48 mil pesos”.

Detalló que una vez rea­lizado el reporte ciudadano, los policías de la Comisa­ría de Guadalajara llegan al punto y llevan a cabo la medición del ruido median­te un sonómetro para dar fe de que los niveles permiti­dos están fuera de rango, y ya a partir de ahí proceden a sancionar al infractor.

Sin embargo, Franco Men­doza sí recordó que las mul­tas no se aplican en primera instancia, ya que se opta por apercibir a los propietarios del domicilio para que cesen el ruido y se retiran. Luego de ello regresan para realizar la medición y constatar si se acató la recomendación. Si hay infracción se expide un citatorio al propietario de la finca para que se presente ante un juez cívico.

En caso de que no acuda al citatorio, el acto se entenderá como rebeldía y ahí el propio juez derivará una multa eco­nómica a la Tesorería para que esta se establezca mediante un crédito fiscal a la finca, la cual le aparecerá al propietario en el próximo pago del impuesto predial.

Pese a esto, cabe recordar que el infractor puede con­mutar la multa, es decir, en vez de pagar puede acudir a un taller de concientización para evitar más actos de mo­lestia con los vecinos, el cual es impartido por asociaciones acreditadas por el propio go­bierno municipal. No obstan­te, si hay reincidencia de par­te del infractor, a este ya no se le dará la oportunidad de conmutar sanción, por lo que deberá pagar la multa o en su caso compurgar sus horas de arresto.

Los límites sonoros permi­tidos para zona habitacional en Guadalajara van de los 50 a 55 decibeles en un horario de 6 de la mañana a 10 de la noche. Durante estas fechas decembrinas incrementa entre un 30 y 40 por ciento los re­portes por vecinos ruidosos.