No alcanzará para los regalos, lamentan entrevistados

“Ojalá pudiera salir para un detallito, porque es para la alegría de los niños”

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Ante los bajos salarios y la creciente necesidad de salir adelante, muchas personas buscan formas de obtener ingresos, pero la situación es compleja y en esta temporada no festejarán como en años pasados, “por la crisis”/Foto: Archivo Página 24

Desesperación y coraje abunda entre la ciudadanía ante la incapacidad de mu­chos para poder acceder a productos y servicios en la presente temporada decem­brina, así lo constatamos ayer tras un sondeo realizado en el centro de la ciudad.

Y es que muchas de las personas se quedaron sin oportunidad de llevar a sus casas juguetes para sus hi­jos, difícilmente lograran salir el mes pues una gran cantidad de personas se quedaron sin trabajo mien­tras que otros, han tenido que emprender por cuenta propia algún negocio o ac­tividades para ganarse la vida; por ello, ni aguinaldo ni prestaciones para mu­chos.

“Pues qué hacemos jefe, echarle un chingo de ganas (sic), de esas ni dudarlo, se las echamos, pero pues yo me quedé sin chamba, hace seis meses que nos recortaron en la empresa y con lo poqui­to que nos dieron la fuimos llevando, ahorita pues no he podido agarrar chamba, a mí por mi edad no me quieren contratar ya en ningún lado que porque ya estoy viejo y tengo apenas 40 años, digo, que no me chinguen, si mi fa­milia tiene que comer”, dijo muy decepcionado Alberto Rodríguez, uno de los entre­vistados.

–¿Y qué va a hacer para esta navidad?

–Lo mismo, echarle ganas a ver qué sale, porque el niñito Dios pues quién sabe si llegue, digo yo quisiera llevarle algo a mis hijos, pero pues apenas logramos completar algo para la cena, ya lo demás pues a ver qué sale le digo, Dios quiera que sí se pueda aunque sea un detallito, porque es la ilusión de los niños, despertarse y ver algo en el árbol.

Juan Antonio Rubio, otro de los entrevistados, compar­tió que tras haber sido despe­dido también de su empleo, ahora, se dedica a lavar ca­rros y “echar aguas”, pues la empresa maquiladora para la que trabajó por años, decidió que sus servicios ya no eran requeridos y no ha podido tampoco encontrar empleo.

“Pues me corrieron los ca­brones, y lo que me ofrecían no era lo que me correspon­día por 10 años de trabajar ahí, y me querían dar como 30 mil pesos, que no inven­ten, y pues demandé, pero me quedé ahorita sin trabajo y por eso me vine aquí, a cui­dar carros y lavarlos y lo que salga, hay que llevar el pan a la mesa”, dijo.

“Los hijos no entienden de nada, ellos necesitan co­mer, igual que la esposa, ya ves que tienen ese vicio, el de comer, porque a todo se acostumbra uno, menos a no comer”.

Y es que a decir de va­rios de los entrevistados, tras la pandemia de coronavirus muchos sufrieron de recortes de personal en sus trabajos, algo que les orilló a buscar alternativas para solventar la manutención de sus familias, y es en la informalidad en lo que la mayoría ha decidido emplearse.