Les dicen que “no tienen permiso” para hacerlo

Ayer los servicios llegaron a El Santuario, donde autori­dades de Guadalajara intenta­ron detener las actividades culturales que se desarrolla­ban, y que forman parte de las acciones de protesta por los recortes presupuestales a la Universidad

Después de doce fines de semana, las Brigadas Uni­versitarias “Nos Late Servir” concluyeron sus actividades este año con más de 22 mil in­tervenciones de salud en dis­tintos puntos de la metrópoli.

Nallely Robles Ortiz, jefa de la Unidad de Servicio So­cial de la Universidad de Gua­dalajara, explicó que desde septiembre estas brigadas han llevado asesorías médicas, odontológicas, nutricionales y psicológica a diferentes luga­res de la ciudad y son la forma de protestar ante la negativa del gobierno del Estado de brindar un presupuesto justo a la educación.

Además, en estas jornadas también se llevan a cabo ser­vicios de vacunación, asesoría contable y jurídica, así como actividades recreativas y cul­turales, todo como resultado de la participación de alum­nos de escuelas de la UdeG.

Tan sólo de septiembre hasta el 10 de diciembre, las brigadas universitarias “Nos Late Servir”, llegaron a pre­paratorias de esta Casa de Es­tudio como la Vocacional o el Politécnico, pero también se ha brindado atención a la po­blación de colonias de Tonalá o El Salto.

A pesar de que se trataba de una manifestación cultural en un espacio público afuera de El Santuario, personal de la Dirección de Inspección y Vi­gilancia del Ayuntamiento de Guadalajara intentó detener las actividades del programa “Arte por la autonomía”, bajo el argumento de que no había permiso para llevar a cabo la protesta.

Desde temprano, afue­ra de El Santuario se ins­talaron toldos, bocinas y pequeño escenario para las representaciones dancísticas y teatrales que forman parte del programa “Arte por la Autonomía”, que se realizan desde septiembre a la par de las Brigadas Universitarias “Nos Late Servir”, que for­man parte de las actividades de protesta por los recortes presupuestales del gobierno estatal, a la Universidad de Guadalajara.

Nallely Robles Ortiz, de la Unidad de Servicio Social de la UdeG, resaltó que ma­nifestarse en la vía pública es un derecho constitucional de cualquier persona, por lo no es necesario contar con permisos de las autoridades, además de que esta protesta se centraba únicamente en ofrecer actividades cultura­les a los transeúntes sin obs­truir el acceso al Templo de El Santuario.

“No nos dan permiso, no quieren que estemos en las calles dando estos servicios gratuitos que ayudan a la gen­te o que traigamos cultura, y lo que nos queda es hacerlo en la calle y manifestarnos de manera pacífica como ciu­dadanos, estudiantes y traba­jadores de la Universidad”, mencionó.

Aunque las actividades culturales estaban programa­das para concluir a las 14:00 horas, el equipo de brigadis­tas decidió detener las obras teatrales ante la amenaza de los inspectores de confiscar el equipamiento con el que se llevaba a cabo la manifesta­ción cultural.