Coinciden activistas feministas en la FIL:

Las mujeres deben perma­necer en el ámbito público del que fueron desterradas duran­te siglos para tomar parte en las decisiones en torno a su realidad, coincidieron mujeres feministas y activistas durante la mesa de diálogo “Y sin em­bargo se mueven. Las mujeres en las calles del mundo”, rea­lizado en el marco del progra­ma de FIL Pensamiento.

Carmen Pérez-Jordan, acti­vista feminista y líder interna­cional por los derechos civiles dijo que la Marcha de las Mu­jeres realizada en Washington en 2017 sentó un precedente en la lucha feminista por la igualdad, y generó una unión entre las mujeres de diferentes nacionalidades como nunca antes se vio en EU.

Afirmó que hasta entonces las mujeres anglosajonas no incluían en sus movimientos fe­ministas a las latinas, o las afro­americanas, pero pudieron con­juntar esfuerzos movidas por la rabia y el enojo contra el ahora Expresidente Donald Trump.

La activista feminista mexi­cana Martha Tagle indicó que las marchas protagonizadas por mujeres han mandado un mensaje claro: las mujeres to­maron las calles y no se irán de ese espacio que les fue negado por tanto tiempo.

Declaró que el feminismo permite un empoderamiento individual, pero también co­lectivo, para decir que es posi­ble salir a la calle “tomadas de la mano, haciendo fuerza para irrumpir en ese espacio públi­co” que también les pertenece, porque ahí es donde se decide lo que importa a este grupo de población y en el que tradicio­nalmente han decidido otros.

Afirmó que las libertades de las mujeres están siendo amenazadas por la violencia traducida como acoso, abuso de diferente índole y por los feminicidios, y que esta vio­lencia, además, busca ser un mensaje a todas las mujeres para que regresen al espacio de lo privado.

Krista Suh, artista feminis­ta, guionista de Hollywood y creadora de The Pussyhat Pro­ject, aseguró que el patriarcado y sus reglas es algo que no po­demos tocar, pero que está ahí y habló de las violencias que viven las mujeres en cualquier parte del mundo.

Narró que el proyecto The Pussyhat Project nació como una forma de mostrar la indig­nación de las mujeres en las marchas organizadas en EUA ante la ascensión de Donald Trump y su personalidad abu­sadora y violenta hacia la po­blación femenina.

Agregó que esta prenda se convirtió en el ícono de la lucha por los derechos de las mujeres en EUA y luego se transformó en un proyecto que se extendió a otros países y en un movimiento social centra­do en crear conciencia sobre los problemas de las mujeres y promover los derechos hu­manos.

La moderadora de la mesa, doctora Guadalupe Ramos, académica de la UdeG, dijo que el movimiento feminista ha logrado irrumpir en las ca­lles del mundo “para recordar a la otra mitad de la población que nos despojaron de nuestros derechos pero que estamos en la lucha de recuperar eso de lo que habíamos sido despojadas, que es ser ciudadanas”