Insisten policías jaliscienses y especialistas:
Además de detallar algunas colusiones de funcionarios para proteger al cártel, los entrevistados señalan que para mantener esta situación es clave que el gobernador Enrique Alfaro no haya cumplido su compromiso de limpiar la Secretaría de Seguridad y la fiscalía locales
(apro).- A pesar de que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, reconoció a mediados de junio de 2020 que la Fiscalía General del Estado (FGE) estaba infiltrada por la delincuencia organizada, no hubo ninguna limpia: la alianza entre la autoridad y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) persiste, tal como revelan los documentos hackeados por el grupo Guacamaya a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Francisco Jiménez Reynoso y Anuar García, integrantes del Observatorio sobre Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara y de la organización SOS Capítulo Jalisco, respectivamente, reprochan la falta de investigación y depuración que debió realizar Alfaro.
En tanto, la información difundida por Guacamaya Leaks apunta a que, desde los primeros días del gobierno de Alfaro, líderes del CJNG, como Armando Gómez Núñez, se reunieron con funcionarios de su gobierno, entre ellos el jefe de Gabinete, Hugo Luna Vásquez, supuesto “enlace” para favorecer a dicho grupo delincuencial, según informes del Centro Nacional de Inteligencia.
En testimonios ofrecidos a Proceso desde el anonimato por razones de seguridad, policías estatales y de la FGE recuerdan que con la llegada de Macedonio Tamez Guajardo como encargado de la coordinación general Estratégica de Seguridad de Jalisco (ocupó el puesto del 6 de diciembre de 2018 al 7 de julio de 2020), se colocó a Pablo César Muñoz Cruz, exescolta del gobernador Alfaro, en la Comisaría Preventiva y Regional.
De acuerdo con los denunciantes, Muñoz Cruz acordó con Benito Santos Romay –quien desempeñó varios cargos como mando de la FGE en el periodo de Luis Carlos Nájera, entre marzo de 2013 y julio de 2015– dejar operar al CJNG.
Según esta versión, Santos Romay pidió a Muñoz Cruz nombrar a Efraín Domínguez Martínez, El Asquil, como supervisor 04 en la Comisaría Estatal, aseveran los elementos. El Asquil es señalado por los inconformes de ser presunto jefe de sicarios del CJNG.
Santos Romay fue detenido el 29 de agosto de 2019 en Aguascalientes junto con cinco personas identificadas en el sistema Plataforma México como integrantes del CJNG. Los agentes consultados sostienen que varios policías colaboran con Efraín Domínguez para dar protección al CJNG en el interior del estado.
A decir de los entrevistados, Domínguez Martínez también transmitió a través de Muñoz Cruz una petición al excomisario general de Seguridad y actual titular de la Secretaría de Seguridad Jalisco, Juan Bosco Agustín Pacheco Medrano, para que integrara en esa dependencia a Roberto Ismael Carrillo González, excomisario de Seguridad Pública de Zapopan y comisario preventivo de la FGE en la pasada administración.
Carrillo González se integró al área de Inspección General de la Policía de Proximidad y Complementarias. Este semanario tuvo acceso a un oficio que Muñoz Cruz envió a Bosco Pacheco el 23 de mayo de 2019, en el cual pide comisionar a Carrillo González en la Comisaría de la Fuerza Policial Regional por “las necesidades del servicio”.
De acuerdo con los señalamientos de las fuentes de las corporaciones, Carrillo González fue enlace entre el excomisionado general de Seguridad Pública de la FGE, Raúl Alejandro Velázquez Ruiz, y el CJNG durante la administración del priista Aristóteles Sandoval, asesinado el 18 de diciembre de 2020 en Puerto Vallarta.
En diciembre de 2016 fue colocada en el Periférico Norte y la avenida Valdepeñas una manta atribuida al CJNG, en la cual se señalaba a Velázquez Ruiz de incumplirle al grupo delincuencial y de “agarrar feria a los de Sinaloa”. Según información proporcionada por la Secretaría de Seguridad de Jalisco (SSJ), Carrillo González fue dado de baja el 1 de febrero de 2020.
De acuerdo con los denunciantes, Carrillo González designaba a los comandantes de los convoyes y les exigía “no interferir con las actividades del CJNG, así como efectuar levantones”.
Por medio del área de Comunicación Social de la SSJ se solicitó una entrevista con Bosco Pacheco. La dependencia se concretó a pedir las preguntas que se le haría al titular y entregó respuestas de algunas relativas a si todavía estaban o no en funciones los funcionarios señalados.
Al llegar Macedonio Tamez a la Coordinación Estratégica de Seguridad, colocó como coordinador administrativo a Pablo Fabián Ibarra Pérez, quien fue su secretario particular cuando era director de la policía de Guadalajara.
Ibarra Pérez también se desempeñó como comisario de la policía de Tepatitlán, pero según la SSJ renunció como coordinador cuando lo llamó Macedonio Tamez.
“Si bien es cierto que no se le conoce algún dato que relacione directamente a Macedonio Tamez con el crimen organizado, se conoció que su operador político era Pablo Fabián Ibarra Pérez y que operaron en la secretaría en varios rubros”, dijeron los policías.
Agregaron que Ibarra Pérez controló a la comisaría de la Fuerza Regional por medio de su titular Cristino Flores Ramírez, mismo que también fue señalado por los elementos de estar coludido en el huachicoleo en la zona de Tototlán. Cristino Flores formó parte de la policía de Tototlán.