“Nos quedamos sin margen de ganancia”, lamentan

Por Rafael Hernández Guízar

Cada vez las cosas van peor para los panaderos, in­discutiblemente tuvieron que subir sus precios, pues los in­crementos en los insumos no les dejan margen de ganancia alguno.

Humberto Ruesga, dueño de la panadería “Gionavy” en Tonalá, prácticamente ha tenido que cerrar su negocio pues ya no le está dando a ga­nar, no como antes que hasta empleados tenía.

“Ya muy poco pan hace­mos, estamos esperando a ver cómo se pone con lo de las roscas de reyes, porque bajó críticamente esto, des­de la pandemia para acá bajó mucho. Mire, el huevo está a 38 pesos el kilo y cuando mucho baja 50 centavos por caja, ya no es negocio com­prar una caja, la harina igual porque todos estamos al día, todos los materiales subieron, el gas, todo”, lamentó.

“Nosotros tampoco sur­timos ya a las tiendas por­que hay que hacer cambios, y mermas, devoluciones, y cuando llega alguien y rompe un pan por ejemplo hay que cambiarlos, y la verdad es que está todo muy caro; mire, no dan chance de nada, este negocio es familiar, pero ya mejor cada quien le busca por su lado, porque aquí pues ya no sale. Ya nada más hacemos pasteles de a poco, para ir sa­cando para los gastos”.

Dijo que no reciben nin­gún tipo de apoyos para el negocio por parte de las au­toridades, algo que ha llevado a la ruina el negocio familiar: “Pues yo digo que el gobierno debería de tener más cuida­do de los pequeños negocios, porque nos estamos yendo a la ruina”, abundó.

“Esto está por las nubes, todo está bien caro, ya no dan chance de nada. Todo lo pri­mordial está demasiado caro, y la gente a veces pues reniega porque subieron los precios, sube el gas y sube todo, y uno pues se aguanta porque qué más hacemos, ya no podemos comprar de mayoreo, puro menudeo, mire, el año pasado estaba todo lleno de pan, aho­ra pues ya no se puede”.

Igual que Humberto, mu­chos otros panaderos, no sólo de Tonalá sino, de todos los municipios de la zona me­tropolitana de Guadalajara, han tenido que buscar otras opciones para llevar el sus­tento a casa, pues el margen de ganancia es muy bajo ya, y al haber subido los precios, la gente consume menos pan que antes.