Especulación inmobiliaria genera enorme impacto: Especialistas

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El fenómeno de la vivienda vertical promueve un mercado para que personas de altos niveles socioeconómicos se asienten en zonas céntricas, impulsando que los terrenos alrededor ganen cierta plusvalía y aumenten los costos en productos y servicios. Todo ello deriva en la expulsión de los habitantes del barrio, que por lo regular pertenecen a la clase trabajadora/Foto: Cortesía

Uno de los barrios “más cool” del mundo se encuen­tra en el Área Metropolitana Guadalajara (AMG), según la revista Time out: la colo­nia Americana; pero lo que omite esa publicación son los efectos que la gentrificación ha ocasionado: la expulsión de la población originaria, que se vio imposibilitada de pagar los altos precios de la zona.

A propósito de que este martes 8 de noviembre se celebra el Día Nacional del Urbanismo, especialistas abordaron el tema durante el coloquio “Vivienda en un huevito: el fenómeno de los edificios verticales en Gua­dalajara”.

Realizado en el audito­rio José Cornejo Franco de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola (BPEJ) y organiza­do por el Centro de Estudio Estratégicos para el Desarro­llo (CEED), el doctorado en Geografía y Ordenación Te­rritorial del Centro Univer­sitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y UDG TV Canal 44.

César Omar Avilés Gon­zález, director del CEED, compartió que “la prolife­ración de grandes torres de departamentos pareciera una buena noticia, sabiendo que la vivienda digna es un dere­cho reconocido en la Consti­tución; pero este fenómeno, en realidad, obedece a inte­reses económicos puramen­te especulativos de algunos cuantos, en contubernio con los gobiernos en turno”.

Explicó que el fenóme­no de la vivienda vertical promueve un mercado para que personas de altos ni­veles socioeconómicos se asienten en zonas céntricas, impulsando que los terrenos alrededor ganen cierta plus­valía y aumenten los costos en productos y servicios; y derivando en la expulsión de los habitantes del barrio, que por lo regular pertenecen a la clase trabajadora.

Para el investigador del CUCSH, doctor Diego Nápo­les Franco, “se ha dejado la ciudad a los desarrollos inmo­biliarios, una ciudad con ten­dencia clasista”. Por eso, ex­ternó a quienes se ven atraídos a adquirir viviendas verticales que no caigan en “un marke­ting de vivienda individualis­ta, que aspira a clase media y alta”, que refuerza privilegios para marginar.

Levantan torres en espacios de la gente

Gabriel Torres Espinoza, director del Sistema Univer­sitario de Radio, Televisión y Cinematografía (SURTyC), recordó que las grandes em­presas inmobiliarias se apro­pian de espacios públicos, con apoyo de gobiernos mu­nicipales y del Estado.

Algunos ejemplos son espacios naturales o recrea­tivos donde se han hecho proyectos, como las Villas Panamericanas en la zona de El Bajío, cerca del Bosque de La Primavera y el proyec­to Iconia, en el parque públi­co que pertenece legalmente al municipio de Guadalajara como una zona de recreación para vecinos de Huentitán.

“Privatizan lo que es pú­blico. De forma que lo que hoy queda es una urbe que se rige estrictamente por los negocios del cartel inmobi­liario que hoy gobierna Jalis­co y que el pasado domingo rindiera su informe (Enrique Alfaro Ramírez)”, recalcó el titular de UDG TV.

Construyen a ciegas

José Trinidad Padilla Ló­pez, director de la BPEJ, dijo que en la vorágine inmobilia­ria se pasa por alto los análi­sis técnicos de los servicios, infraestructura y distribución física de la zona donde crean grandes torres.

“Por ejemplo, las ciuda­des mexicanas no cuentan con estrategias integradas para el manejo del agua des­de su extracción, tratamiento y uso. De entre 30 y 40 por ciento del agua se pierde por las fugas”, dijo.

Roberto Eibenschutz, de la UAM Xochimilco y do­cente de la Academia Nacio­nal de Arquitectura, expresó en un video que el fenómeno de la verticalización no es exclusivo de Guadalajara, y que éste no es bueno o malo por sí mismo.

“El problema es que en una zona prevista para den­sidad baja empiezan a crear edificios, cuya infraestructu­ra de la zona no está prevista y hay efectos en el entorno: tráfico, disminución de la presión de agua o escasez, o que los edificios hacen que se pierda el asoleamiento y la vista”, declaró.

“La más grave es la ex­pulsión de población origi­nalmente existente, que ya no puede acceder a ese mer­cado; no puede pagar las ren­tas y se va a la periferia de la ciudad”, recalcó.

En contraparte, impera vivienda indigna

Torres Espinoza refirió que, según el Inegi, 28 por ciento de mexicanos habitan en viviendas menores a 55 metros cuadrados de exten­sión. “En Jalisco son 300 mil hogares con un promedio de 55 metros cuadrados”, infor­mó.

Añadió que 45 por ciento de los mexicanos están poco o nada satisfechos con el acceso de centros de recrea­ción y 27 por ciento a no te­ner cerca parques o espacios deportivos.

“En el Estado hay 70 mil casas en el abandono”, ex­ternó Torres Espinoza, quien añadió que esas casas en las periferias se crearon a partir de “una evidente corrupción entre autoridades y desarro­lladores, que entregan vi­vienda cara, mal hecha, con las mínimas adecuaciones del entorno humano”.

Agustín del Castillo, pe­riodista de UDG TV, recor­dó que durante los sexenios de Ernesto Zedillo y Vicente Fox se decidió “que el mer­cado diera la respuesta a la solución al problema de la vivienda, por lo que el Info­navit generó modelos para que la gente tuviera vivienda de costo accesible”.

Detalló cómo el Imeplan, ya en la década de 2010, dio una respuesta para que la planeación retomara el con­trol y que ante el crecimien­to era necesario compactar y darle mayor uso a la infra­estructura, disminuyendo el costo de la ciudad, y la verti­calización fue la respuesta.

“El mapa es clarísimo, los corredores de alta movi­lidad son las líneas de Tren Ligero y Macrobús, pero no están ahí los desarrollos ver­ticales, sino en zonas de alta plusvalía como la Minerva y el Centro. Es el mercado el que marca la verticaliza­ción”, subrayó.

Hoy, en los corredores de las avenidas Patria, Fe­deralismo, Chapultepec, Américas y más se siguen levantando a gran velocidad edificios, cuyo mercado meta son personas de gran poder adquisitivo o extranjeros.