Vecinos, hartos de indolencia de las autoridades
Por Rafael Hernández Guízar
Vecinos de la calle Esteban Alatorre al cruce con la calle Ramón Morales, al oriente de Guadalajara, denunciaron la gran cantidad de basura que a diario padecen.
Y es que por más que han intentado que cesen estas prácticas sucias, mucha gente sigue apilando bolsas con desperdicios y hasta muebles y perros muertos siguen apareciendo en la esquina, en el cruce de las referidas calles donde se ha instalado un basurero clandestino al amparo de las autoridades.
“Mire de todo pasan y dejan aquí, la gente no se espera a que pase la basura, y yo les digo que o se la llevan o se las voy a ir a dejar a su casa, y me vale madre, o se la llevan o se las dejo en su casa, claro que cuando no veo quién es pues ahí la dejan, pero sí pasa la basura, el carretón sí pasa y es culpa de la gente puerca”, dijo una de las vecinas entrevistadas.
Y agregó: “Mire yo salgo a las cinco de la mañana a sacar a mi perrito y ya hay gente que está con sus carritos con basura dejándola, y lo mismo, pero hasta me agreden, me dicen que si es mi calle y pues sí, yo vivo aquí donde la dejan, no se vale, que no la chinguen, que no sean puercos”, dijo.
Y es que por más que han pedido a las autoridades que pongan mano dura contra la gente cochina que deja la basura en las calles, los policías no han sido capaces de evitar que se siga dando este problema, los vecinos de la zona se sienten desesperados pues a diario tienen moscas, cucarachas y otras alimañas en sus viviendas gracias a tanto desperdicio que se pudre a lo largo del día en la calle.
“Pues que el presidente nos eche la mano, y así como hay un C5 para lo de los rateros y delincuentes, pues que haga lo mismo, que pongan aquí cámaras y que se lleven a los cochinos, que se los lleven de sus casas porque no entienden, aquí cómo se les ocurre dejar la basura, no es justo, es algo que se tiene que acabar”.
Por cierto que el problema no es nuevo, y es por ello que los vecinos están tan desesperados, porque han hecho las denuncias de forma reiterada y prolongada, pero la respuesta es siempre la misma por parte de las autoridades: Ninguna.