Asegura el canciller mexicano, Marcelo Ebrard

Por Mathieu Tourliere

Noviembre 3, Ciudad de México (apro).– En los últi­mos dos años, las autoridades mexicanas han decomisado 55 mil 996 armas de fuego en el país, ya sea porque fueron usadas en enfrentamientos o porque fueron encontradas en la frontera; de estas, una quin­ta parte fueron incautadas en las ciudades fronterizas de Tijuana, Ciudad Juárez y Re­ynosa, pero también en Gua­dalajara, Querétaro y León.

Las incautaciones de ar­mas en las ciudades fronteri­zas coinciden, prácticamente, con los condados de Estados Unidos que más armas ven­den, muchas de las cuales son traficadas a México, donde ali­mentan la violencia homicida, recalcó hoy el canciller Mar­celo Ebrard durante una con­ferencia sobre tráfico de armas en El Colegio de México.

Entre las armas que un ciudadano puede adquirir en una tienda o por internet en Estados Unidos figuran algu­nas que, según el gobierno federal, están especialmente dirigidas al “mercado” cri­minal mexicano: el Barrett M82A anti-armor, que los sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) utilizaron para derrumbar un helicóptero del Ejército du­rante el operativo que trató de capturar a Nemesio Osegue­ra Cervantes “El Mencho”, así como la famosa AK-47, o “cuerno de chivo”, que se puede comprar por apenas mil 500 dólares.

En los últimos dos años, la cancillería ha promovido dos demandas en Estados Unidos para visibilizar y frenar el tráfico ilegal de armas en el país; la primera, presentada contra empresas fabricantes de armas, fue descartada por el juez a finales de septiembre –México está apelando esta resolución–, y la segunda, que apunta a las tiendas de armas en la frontera identifi­cadas como fuente del tráfico a México, se encuentra pen­diente en la corte de Tucson, Arizona.

La cancillería también está preparando un estudio sobre la promoción de armas por las mismas empresas fabricantes de armas en los videojuegos para adolescentes, que servi­ría en una nueva demanda a futuro. “Pero esto es lo que sigue”, comentó Ebrard.

En este contexto, el equi­po de Ebrard está recopilan­do más datos y afinando sus argumentos para obligar a Washington a frenar el tráfi­co de armas, en contraparte a las exigencias de Estados Unidos a México por com­batir el tráfico de drogas y de precursores químicos, y por frenar la llegada de per­sonas migrantes.

“No les estamos pidien­do que hagan una operación gigante, difícil, compleja, casi imposible; ahí están los lugares”, sostuvo Ebrard, proyectando un mapa de los condados con mayor venta de armas, y recalcó que las autoridades de Estados Uni­dos apenas incautaron 355 armas en la “última milla” de su frontera con México. “Esto es insostenible y no lo vamos a permitir”, insistió el político.

Ebrard también recalcó que la violencia homicida se ha disparado en Estados Unidos en los últimos dos años, pues pasó de 16 mil 632 en 2019 a más de 22 mil 900 el año pasado, y la cancillería está preparando estudios para ver si este au­mento coincide con las re­gulaciones de armas o no.