Es falso que haya margen de tolerancia, critican automovilistas

Por Rafael Hernández Guízar

Ciudadanos reclamaron la problemática que enfrentan al acudir a los centros de verifi­cación cuando sus vehículos son de sistema carburado.

Y es que simplemente no pasan las pruebas dinámicas a las que son sometidas en di­chos sitios, algo que los han llevado a la desesperación.

“A ver, yo tengo un ca­rro que está viejito pero es mi carro y no tengo por qué cambiarlo nada más porque los del gobierno dicen que tenemos que traer carros más nuevos, porque antes mi carro sí pasaba la veri­ficación, y la verdad es que está en perfectas condicio­nes”, indicó Aldo Cobián, uno de los entrevistados.

Y siguió: “Es un carro que hemos tenido por muchos años, pero también hemos invertido mucho para tener­lo bien, le compramos motor nuevo, no reconstruido, nue­vo, le pusimos catalizador y todo lo que se ha necesitado y yo estoy seguro que sí se hicieron las pruebas de acuer­do a lo que se requiere para que un carro como este pue­da pasar la verificación sin problema lo pasaría, la cosa es que están queriendo poner parámetros que no son iguales para todos”, dijo.

Tras conocer la opinión de este ciudadano, nosotros mis­mos acudimos a uno de di­chos centros para platicar con el personal encargado de rea­lizar las pruebas, la respuesta por parte de ellos fue que hay un margen de tolerancia mu­cho mayor al que se tiene a los vehículos de inyección de combustible (fuel inyection), esto con la intención de per­mitir que puedan pasar los to­pes que se tienen contempla­dos respecto a la cantidad de partículas contaminantes.

Sin embargo en las afue­ras de dicho centro había una gran cantidad de personas que referían todo lo contrario.

“Pues no pasó mi vocho, yo no entiendo por qué, por­que la verdad es que sí le he invertido bien para traerlo lí­nea (en buenas condiciones), pero la verdad es que ahora con estas pruebas no están pasando ahí en el grupo don­de yo estoy de personas que tienen de estos mismos carros tienen el mismo problema y no sabemos qué hacer, porque no queremos tener multas”, sostuvo Andrés Gómez, otro de los entrevistados.

“Creo que no nos va a que­dar de otra más que como le hacen allá en la Ciudad de México, a rentar catalizado­res o a ver si se puede que nos den un apoyo los del centro, ya sabes dándoles algo para que puedan pasar porque así como se tienen las pruebas definitivamente no creo que haya manera de que se pueda pasar la prueba”, dijo.

Por el momento la pre­ocupación de quienes tienen este tipo de vehículos es que al entrar el próximo año 2023 las sanciones pueden llevar incluso al retiro de las unidades.