Por Elizabeth Ríos Chavarría

Fotografía relevante a la nota.

“Lo que queremos es que no existan credenciales, sino con la del adulto mayor puedan acceder al transporte, también como personas discapacitadas”; sobre eso deberían legislar en el Congreso de Jalisco, no sobre reajustes de dinero para sus partidos, tronó Cuauhtémoc Peña/Foto: Francisco Tapia

Con la finalidad de cami­nar a un panorama en el que ya no se les discrimine y rele­gue por la función que hacen, el pleno del Congreso de Ja­lisco aprobó una iniciativa de reforma constitucional para reconocer a las personas que realizan trabajo doméstico no remunerado o de cuidados a personas en situación de de­pendencia.

La propuesta, impulsada por la diputada Mara Robles (Hagamos), estableció modi­ficaciones al artículo 4 de la Constitución de Jalisco para establecer además que las personas tienen derecho al cuidado; y que cuidadores y quienes realizan trabajo do­méstico serán reconocidos como generadores de riqueza y bienestar social.

Con esto, expresó la legis­ladora, se podrá avanzar en un siguiente nivel para trabajar en leyes secundarias tendien­tes a garantizar un pago justo a amas de casa y cuidadores, por realizar una de las labores más importantes en la vida.

“El trabajo doméstico no remunerado de millones de mujeres en el país representa el 27 por ciento del Produc­to Interno Bruto, muy por encima del turismo, de las remesas, apenas cercano a la industria manufacturera. Las mujeres tenemos un especie de grillete atado al tobillo que tiene que ver con tareas (del hogar). Eso es la doble jornada”.

Si bien las labores del ho­gar, expresó, se pueden rea­lizar por hombres y mujeres por igual, lamentó que hoy en día estas se hayan delega­do a una cuestión de género, cuando ‘el trabajo es trabajo’ y como tal debe ser remune­rado, sobre todo cuando no es materializado en derechos so­ciales para ellas quienes son las que las realizan.

“Las mujeres no tienen ho­rario, no tienen vacaciones, no tienen prestaciones, no tienen jubilación, ni pensión. Y en el peor de los casos, si pierden a las personas que teóricamente las mantienen se quedan sin nada, y se quedan sobre todo cuando tienen ya una edad avanzada en donde solo saben planchar, la­var, barrer, trapear y sacudir, y mantener a una familia”.

Añadió que de ahí la nece­sidad por empezar a trabajar en lo que sigue a fin de que es­tas labores y las de cuidadores de personas con dependencia sean remuneradas.