Faltan acciones de prevención, investigación y evitar la impunidad: Especialistas

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En Jalisco la desaparición de personas se agrava por la falta de voluntad política y la búsqueda efectiva, la transparencia y el combate a la impunidad; en contraparte, los colectivos de familiares hacen el trabajo que rehúsan hacer los gobiernos, señalaron especialistas en derechos humanos/Foto: Archivo Página 24

Con 15 mil 29 personas desaparecidas Jalisco es el epicentro de esta problemática en México: privan la falta de voluntad política y la búsque­da efectiva, la transparencia y el combate a la impunidad; en contraparte, los colectivos de familiares hacen el trabajo que rehúsan los gobiernos.

Lo anterior, lo destacaron especialistas en el marco del “Foro sobre Seguridad y Des­apariciones Forzadas” organi­zado por el programa Jalisco a Futuro para abordar los proble­mas críticos de la entidad.

César Omar Avilés Gon­zález, director del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo (CEED), destacó la relevancia del foro. “De las razones y causas que motivan las desapariciones forzadas y cometidas por particulares; es una realidad atroz que cuesta entender”, explicó.

Para Carmen Chinas Sala­zar, coordinadora del Comité Universitario de Análisis en materia de Desaparición For­zada, no hay voluntad para atajar el problema, que en la actual administración estatal se duplicó.

“Hay una tendencia que es la falta de voluntad polí­tica; es difícil pensar en una solución de corto plazo que, aunque no surge en el actual gobierno, la mitad de los des­aparecidos ha sucedido en el actual gobierno; nada nos lle­va a pensar que hay una solu­ción”, explicó.

Pese al esfuerzo del go­bierno estatal para detener el incremento de las desaparicio­nes en los últimos tres años, el problema forma parte el Esta­do debido a su colusión con la delincuencia organizada, de acuerdo con Humberto Darwin Franco Migues, profesor in­vestigador del Departamento de Estudios de la Comunica­ción Social del CUCSH.

“La desaparición requiere una complicidad con las au­toridades. Es un delito de lesa humanidad, personas que lo cometen y existen condicio­nes de seguridad que generan un terreno para que ocurra; existe un sistema que permite que esto ocurra”, precisó.

Por su parte, Jorge Ra­mírez Plascencia, jefe del Departamento de Sociología CUCSH, llamó la atención sobre un Estado coludido y cooptado por las redes crimi­nales cómplices.

“Detrás del problema es­tán las redes de complicidad de pequeñas y grandes redes, donde la desaparición de per­sonas tiene como objetivo ob­tener renta, ganancia; y don­de el exterminio es el costo de la ilegalidad; pero, al final, la desaparición es una inver­sión”, detalló.

Rubén Martín, periodista independiente, enfatizó que la estrategia del gobierno es­tatal es el control de daños de las desapariciones, no su atención.

“Es un tema político que mancha sus aspiraciones electorales; por ello, borra y criminaliza a los desapareci­dos e impide la búsqueda al cortar las fichas y su búsque­da”, precisó.

El problema de las desapa­riciones en Jalisco y México alcanza la magnitud de una crisis humanitaria, denunció Ramírez Plascencia.

“Esto significa que los Estados ya no son capaces de detener una situación de emergencia generalizada, son incapaces de controlar el fe­nómeno producido por la vio­lencia de distintos tipos en el país”, describió.