En vez de disculparse, recrudecieron sus ataques, reitera Candelaria Ochoa

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

“No voy a permitir que a estas alturas de mi vida me violenten (…); las declaraciones del presidente municipal no tienen ningún sustento”, acusó la regidora morenista Candelaria Ochoa, quien agregó que pese a interponer denuncia contra Pablo Lemus Navarro por “violencia política en razón de género”, el mandatario no ha cambiado su actitud/Foto: Francisco Tapia

Candelaria Ochoa Ávalos, la regidora del partido MO­RENA en el ayuntamiento de Guadalajara salió de nuevo a los medios de comunicación a denostar al alcalde tapatío Pablo Lemus porque no le ha pedido disculpas tras sentirse violentada políticamente por razón de género.

Según la regidora, el pro­cedimiento que interpuso contra Pablo Lemus Nava­rro por “violencia política en razón de género” por de­claraciones del alcalde en las que, adujo, habló mal de ella y sus compañeros regidores, incitando al escarnio público, lo cual recrudeció con el es­cándalo público que se armó sobre Israel Mariscal Queza­da, ex líder de la Federación de Estudiantes de Guadala­jara quien ha sido vinculado con un multihomicidio el año 2011.

Ayer pues la regidora, dijo que el alcalde no le ha pedido disculpas y que lejos de re­conocer que ha fallado y que la ha agredido públicamente con sus declaraciones, así como a su asesor y a los otros tres regidores de su partido, se ha dedicado a denostarla más y más en redes sociales.

“Se ha atentado contra mi dignidad y mis derechos hu­manos como contra los del trabajador, porque subió fo­tos mías, en sus redes socia­les que al siguiente día tuvo que bajar, seguramente por­que le dijeron que era ilegal, pero en más de cinco oca­siones subió fotos mías y el trabajador vinculándonos al multihomicida, pero el daño ya estaba hecho, ya había su­bido las fotos del joven tres veces, contestándonos una y otra vez. Estas prácticas ilus­tran el deterioro de la política (…) Mostró que es capaz de hacerse de información con otras instituciones haciendo uso de la propia fiscalía y del poder judicial para intimidar y querernos acorralar”.

Pero fue más allá, y hasta lo tildó de ignorante de la ley pues resaltó que cada acción de defensa que ha hecho el alcalde, es violatoria de sus derechos humanos.

“Las expresiones del pre­sidente municipal muestran su desconocimiento de la ley y lo que para él representa la justicia, para él, la justicia es venganza contra estos cuatro regidores. Ha cometido varias violaciones. Él generó proce­sos internos de selección de personal, la administración a su cargo generó procesos no­vedosos de contratación don­de el que estuviera adscrito a nuestras oficinas, pasara por un proceso engorroso, tarda­do, burocrático y legaloide, a nuestros colaboradores les solicitaron además de sus da­tos personales, cinco forma­tos, CURP, comprobante de domicilio, RFC, cédula fiscal, constancia de no sanción ad­ministrativa expedida por la contraloría del estado, y la constancia de no antecedentes penales, emitida por el insti­tuto de ciencias forenses”.

Candelaria Ochoa, se dijo dolida de que se haya pedido muchos requisitos a los traba­jadores para darles empelo en el ayuntamiento tapatío. Más aún porque se les pidió carta de no antecedentes penales, algo que consideró, es una violación a sus “derechos hu­manos”.

“La suprema corte ha di­cho que si purga una pena pri­vativa de la tiene derecho a la reinserción. Es inconstitucio­nal que se haya utilizado su imagen no una vez sino mu­chas en la red social de twit­ter; el presidente municipal violó la constitución mexica­na porque expuso la imagen de un servidor público que tiene derecho a la presunción de inocencia, pero decidió ex­hibirlo para amedrentarme, por eso lo hizo, para meterme miedo, para estigmatizarnos a nosotros como regidores y para que él tuviera mayor cre­dibilidad”.

¿Qué dio origen a esto?

Candelaria Ochoa recordó que interpuso una denuncia por violencia política en razón de género luego de que Pablo Lemus Navarro dijera públi­camente que un asesor de ella estaba vinculado a un mul­tihomicidio sucedido el año 2011 en las instalaciones de la Federación de Estudiantes de Guadalajara, perteneciente a la Universidad de Guadala­jara, sin tener pruebas de que su asesor haya sido o no cul­pable.

Pero fue el hecho de que la hayan etiquetado en este asunto para “denostarla polí­ticamente” según dejó entre­ver, pues consideró que estas cosas le restan credibilidad al proyecto que representa, una regiduría del partido Morena.

“Comenzó a subir el tono de sus declaraciones, por ejemplo, que en la fracción de Morena en Guadalajara trabajan dos personas con fi­chas criminales, y como se muestra la atención sobre el asesor es secundaria, porque en su comunicación siempre hace alusión a mí, la regidora Candelaria Ochoa (…). Hay un oficio donde dice que ante las revelaciones de un ase­sor de la regidora Candelaria Ochoa que está involucrado en un multihmohicidio y des­aparición de estudiantes de la Prepa 8 en las instalaciones de la FEG, Israel Mariscal Que­zada queda suspendido de sus labores, él no puede hacer eso porque ya les demostré (que no tiene esas atribuciones)”.

También le molestó que el alcalde dijera que “las re­gidoras de Morena” deberían de ser sensibles con la gente y ayudarles llevándoles comida a los locatarios del mercado San Juan de Dios.

Otra cosa que le molestó fue que Pablo Lemus dijera que no les importaba la in­seguridad luego de que vota­ron contra el arrendamiento de patrullas en Guadalajara, también lo consideró violen­cia política.

“Lo que le importa al pre­sidente es haber dado un gol­pe al proyecto político que yo represento (…). Es la primera vez que yo utilizo este me­canismo, primero porque no voy a permitir que a estas al­turas de mi vida me violenten, segundo porque no lo voy a permitir (…). Las declaracio­nes del presidente municipal no tienen ningún sustento, y algunos medios de comunica­ción secundaron”, finalizó la regidora.