El tema interesa poco a gobiernos y sociedad

Octubre 10, La Habana, Cuba.- Hacer de la salud mental y el bienestar para todos una prioridad anima la celebración hoy del Día Mundial de la Salud Mental 2022.

Visibilizar el trastorno mental más grave presen­te en la sociedad y generar estrategias de apoyo a esas personas para sobrellevar su enfermedad o curarse defi­nitivamente están entre los propósitos de la campaña.

Esta la impulsa cada año la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH, por sus siglas en inglés) desde 1982, bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud.

Se trata de crear con­ciencia de la necesidad de esfuerzos mayores por diag­nosticar y tratar trastornos de salud mental en edades tempranas, lo cual, además de reducir el costo financie­ro futuro, evita otros tipos de problemas, como el suicidio.

En la presentación del tema, elegido a través de una votación mundial entre par­tes interesadas y miembros de la Federación, la WFMH definió que el “mundo se tambalea por los efectos de la pandemia del coronavirus, las guerras, los desplaza­mientos y la emergencia cli­mática…”, todos con conse­cuencias para el bienestar de los habitantes del planeta.

La pandemia de la Covid-19 demostró que muchos sistemas de salud están mal preparados para hacer frente a los problemas físicos y de­safíos de salud mental que enfrentan sus poblaciones, apuntó la federación.

Las tasas de personas que experimentan ideas suicidas aumentan en todo el mundo, destacó el ente especializado y alertó que tanto las perso­nas con experiencias vividas de salud mental, como sus familias y otras poblaciones, advierten que este no es un tema prioritario, de manera general, ni de los gobiernos ni de la sociedad.

El estigma y la discrimina­ción constituyen una barrera para la inclusión y acceso a la atención adecuada, apun­tó la WFMH y adelantó que existen cada vez más prue­bas de que la prevención del fenómeno es posible.

Necesitamos, señaló entre otras acciones, trabajar con los gobiernos y otras partes interesadas para aplicar me­didas preventivas univer­sales, planes que reduzcan el riesgo de enfermedades mentales a través incluso de la promoción de la vida so­cial y aplicación de políticas inclusivas.

Refirió, además, la impor­tancia de apoyar el bienestar de la vida desde el embara­zo, nacimiento, primera in­fancia, adolescencia tempra­na, desde edad adulta hasta la edad adulta mayor.

Por otra parte, un informe de Unicef llamó la atención en que más del 13 por ciento de los niños y adolescentes de 10 a 19 años padecen un trastorno mental, y destacó que la ansiedad y la depre­sión representan alrededor del 40 por ciento de los pro­blemas de salud mental.

A ello debe sumarse, apuntó, el malestar psi­cosocial de niñas, niños y jóvenes que no alcanza el nivel de trastorno mental, pero que perturba su vida, su salud y sus expectativas de futuro.

Abusos sexuales, acoso escolar o ciberbullyng, las ex­pectativas sobre el empleo o el cambio climático, las adic­ciones con o sin sustancia, la soledad no deseada, ser mi­grante o haber sobrevivido a un conflicto bélico están entre los factores de riesgo de la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes, in­formó el Unicef.