…Pero sí hay dinero para estatuas pendejas: Ciudadanos

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

De acuerdo con vecinos, el socavón crece día a día y está a punto de comerse la banqueta, y pese a ello las autoridades tapatías ni el SIAPA han sido capaces de apersonarse en el lugar para evaluar la situación y resolverla/Foto: Francisco Tapia

Otro enorme socavón apareció al oriente de Gua­dalajara, es ahora el que se ubica por la calle Federación al cruce con la calle Manuel Doblado.

Se trata de un enorme agujero de al menos un me­tro de profundidad y aproxi­madamente 50 centímetros de diámetro, que al paso del tiempo ha crecido y ya está por llegar a la banqueta lo cual tiene muy preocupados a los vecinos.

“Se pasan la verdad, no­más vea qué pinche (sic) hoyote (sic), qué poca la ver­dad, para esto no hay dinero, digo, no hay para reparar la calle como se debe, pero sí para poner sus estatuas pen­dejas en el centro, y para to­das las babosadas que se les ocurre a los del ayuntamiento, que no inventen, la verdad”, dijo muy molesto Juan Pablo Romero, uno de los vecinos entrevistados.

Y siguió: “No sé qué están esperando el Pablo Lemus ese (el presidente municipal) y toda la bola de zánganos que lo siguen, claro, pues como ellos no viven aquí, pero no­más imagínate qué va a pasar si se sigue el socavón, va a llegar a la casa de aquí, se nos va a caer, y así va a seguir, y ni el Pablo Lemus ni los del SIAPA (Sistema Intermunici­pal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado) vie­nen a arreglarlo, así que tene­mos que pensar, que por estar de la calzada para acá les vale madre, o que no somos im­portantes o qué”, indicó.

El socavón, se reportó tan­to al ayuntamiento de Guada­lajara como al mismo SIAPA y ninguna de las dos instan­cias ha dado respuesta a los vecinos que exigen se tomen acciones de inmediato.

Saben que es responsa­bilidad del SIAPA acudir a realizar las reparaciones, pero lamentan que el ayuntamien­to sea tan omiso en no enviar por ejemplo, a elementos de Protección Civil para acordo­nar la zona y evitar que per­sista el riesgo, pues de no ser por un sillón que se puso para advertir del agujero, podría fácilmente caer un automóvil o incluso una persona y cau­sarse un accidente.