Coinciden expertos de la UdeG

Los efectos posteriores causados por la enfermedad pueden durar meses, en particular en la población de 35 años o más

La variante ómicron del COVID-19, a la que muchas personas no le dan importan­cia y relacionan con una gripa ligera, ha dejado más secuen­cias cardiovasculares sobre todo en población joven, afir­mó el doctor Bernardo Mar­tín Rivera Linares, adscrito al Servicio de Cardiología del Hospital Civil de Guadalajara (HCG) Dr. Juan I. Menchaca, en la “Enfermedades cardio­vasculares y pulmonares en época de pandemia: principa­les secuelas post COVID-19 en jóvenes”, en el auditorio central del Centro Universi­tario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la UdeG y en el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebró el pasado 29 de sep­tiembre.

Destacó que son frecuen­tes los casos post COVID-19 de pericarditis –hinchazón e irritación del tejido delgado en forma de saco circundan­te al corazón (pericardio)–. Y explicó que antes se afirmaba que a partir de los 45 años en el hombre, y 50 en la mujer, ya había que hacerse un chequeo preventivo cardiovascular, pero el COVID-19 ha venido a cambiarlo todo, por lo que se recomienda a los adultos jóve­nes, a partir de los 35 años, que se hagan un estudio preventi­vo cardiovascular, sobre todo si tienen antecedentes familia­res –papá o mamá que tuvo un evento cardiovascular–.

Ante este panorama es importante adoptar medidas preventivas para evitar el desarrollo o aceleración de enfermedades del corazón, y seguir el esquema de vacu­nación del COVID-19, dijo; aclaró también que no ha pa­sado todavía la pandemia.

Lamentó que, infortunada­mente, menos de 5 por cien­to de los pacientes acuden de manera preventiva para enfer­medades del corazón. La gran mayoría van con el médico porque ya tuvieron un evento cardiovascular; de ahí la im­portancia de hacer conciencia entre los jóvenes sobre la pre­vención y los estilos de vida saludables.

El especialista señaló que las enfermedades cardiovas­culares son progresivas una vez que inician, pero sí se puede evitar que la progresión de la enfermedad sea rápida con medidas de prevención, que son tanto para gente sana y enferma.

Entre las estrategias de prevención figuran: dejar de fumar, hacer ejercicio, comer saludable; todo esto influye en que la enfermedad cardiovas­cular se desacelere, ya que no hay pastillas milagrosas que detengan la enfermedad.

La Jefa del Servicio de Cardiología del HCG Dr. Juan I. Menchaca, doctora Ana María de León Flores, ponen­te y moderadora, explicó que muchos pacientes después de haber padecido COVID-19 quedaron con una enfermedad del músculo cardiaco llamada miocarditis, “es decir, el mús­culo cardiaco tuvo tal infla­mación y tal daño, que dejó una falla”.

Alfredo Daniel Pineda García, médico adscrito al Servicio de Rehabilitación Cardiaca del citado hospital, doctor dijo que el COVID prolongado se presenta tras de que el paciente tuvo COVID-19, después de su fase aguda. El paciente presenta proble­mas en la salud que antes no tenía: se queja de falta de aire, le cuesta esfuerzo hacer la mis­ma rutina que antes hacía sin tanto esfuerzo, siente que se cansa más y, en consecuencia, algunos optan por dejar de ir al gimnasio, tienen dificultades en la concentración, problemas de insomnio y hay quienes se quejan de tener arritmias y de haberse desmayado.

Destacó que pacientes que tuvieron aparentemente un COVID-19 leve presentan también secuelas de la enfer­medad, y habló de la necesi­dad de diagnosticar las secue­las, ya que si, por ejemplo, el pulmón quedó mal, es nece­sario que el paciente tenga un tratamiento.

Explicó que las secuelas del COVID-19 pueden durar meses. “Puede haber pacien­tes que tienen un año de que les dio esta enfermedad y no les ha vuelto a dar, y siguen con cansancio o tienen ocho meses sin oler igual”.

En su mensaje inaugural, el Rector del CUCEA, maestro Luis Gustavo Padilla Montes, resaltó la necesidad de que este plantel tenga una clínica y un programa de orientación permanente en temas cardio­vasculares.

“Acabamos de aprobar, en comisiones del Consejo de Centro, un programa integral de seguridad, y la salud pre­ventiva es una de sus políti­cas”, dijo.

“Aquí tenemos servicios asistenciales odontológicos, de psicología para nuestra comunidad, y seguimos cor­tando cadenas de contagio del COVID-19; habrá también una campaña contra la in­fluenza, que se dará a conocer en breve”, informó.