Tribunal Electoral de Jalisco las dejó sin efecto
Por Elizabeth Ríos Chavarría
Luego de que el Tribunal Electoral de Jalisco le revocara las medidas cautelares que en su momento emitió el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), la regidora de Morena en Guadalajara, Candelaria Ochoa, anunció que llevará ante instancias federales su caso en torno a la violencia política de la que dijo ser víctima por parte del alcalde tapatío Pablo Lemus.
En rueda de prensa la regidora lamentó que no se le notificara de manera personal sobre la determinación del tribunal local, por lo que irá a la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a fin de hacer valer su derecho.
Mencionó que el jueves se enteró, a través de medios de comunicación, de la resolución del 20 de septiembre y aunque solicitó una explicación de por qué no se le notificó, autoridades se justificaron al expresar que se publicó en estrados, algo que no dejó de cuestionar.
Cabe recordar que el 13 de julio la regidora acudió al IEPC para presentar una denuncia en contra del alcalde de Guadalajara, Lemus Navarro, a quien señaló de infringir en su contra violencia política en razón de género, al asegurar que denostó su papel de regidora, al adjudicarla a un papel aparentemente doméstico y no como persona que ocupa un cargo público.
Este órgano dictó medidas cautelares a su favor, sin embargo, el proceso fue turnado al Tribunal Electoral del Estado de Jalisco quien finalmente determinó que las medidas eran improcedentes, ya que amparado en la libertad de expresión el alcalde puede expresarse de manera pública hacia su persona.
“Aquí el presidente ha ejercido no sólo la violencia psicológica, institucional y verbal, sino verbal, que además pretende disminuir mis funciones como regidora en este municipio”.
Por ello manifestó que ante instancias federales agregará nuevas declaraciones de Pablo Lemus, expresadas en medios de comunicación, en la que no solo la denosta nuevamente como regidora, sino que le causa desprestigio frente a los tapatíos, al impedirle incluso el uso de la voz en sesiones de ayuntamiento. “No es nuestro jefe, ni nuestro patrón, ni nuestro amo. Yo no quiero que le quiten nada, simplemente que le limiten la forma de cómo se expresa de una servidora, eso es lo que me importa y eso lo que me interesa”, agregó.