Para combatir la pobreza alimentaria, explican
Por Elizabeth Ríos Chavarría
“Si no hay una alimentación sana, nutritiva y suficiente, entonces hay una consecuencia en la salud, y si no tenemos una buena salud no vamos a tener un buen desarrollo”, precisó el diputado priísta Hugo Contreras en torno a la propuesta/Foto: Francisco Tapia
La fracción del PRI en el Congreso de Jalisco presentará una iniciativa para que se reconozca desde la Constitución del estado el derecho de las personas a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, ante el gran número de personas en la entidad que sufren pobreza alimentaria.
Ayer en rueda de prensa el diputado Hugo Contreras Zepeda, coordinador de la fracción tricolor, explicó que en la actualidad se estima que son más de 1.2 millones de jaliscienses quienes viven en este tipo de pobreza, por lo que reformando la Carta Magna lo que se busca es obligar todavía más al estado a llevar a cabo acciones que abatan este problema.
Dijo que derivado de la contingencia por COVID-19 y la inflación, cada vez aumenta el número de personas en todo el país que no tienen garantizado este derecho, por lo cual buscarán homologar Constitución de Jalisco con lo que ya se establece en la federal, en aras de que el estado esté obligado a hacer frente a este problema.
“La situación es que todavía existe más de un millón 242 mil personas con carencia alimentaria, nutritiva y suficiente en nuestro estado. No podemos permitir que lleguen nuevos gobiernos y borren de un plumazo todos nuestros esfuerzos. Por eso, ¿qué vamos a hacer o qué podemos hacer desde el congreso? Lo primero es reconocer explícitamente a la alimentación como un derecho humano en nuestra Constitución”.
Aseguró que de aprobarse se tendría después que reformar las leyes existentes en Jalisco para proteger los programas actuales con los que se busca hacer frente a la pobreza alimentaria, para evitar que ocurra como con la llegada de Morena al país, es decir, que procedieron a eliminar programas como escuelas de tiempo completo, estancias infantiles o comedores comunitarios, que daban un respiro a miles de familias.
“No podemos tener otros derechos reconocidos sin antes atender este problema. Si no hay una alimentación sana, nutritiva y suficiente, entonces hay una consecuencia en la salud, y si no tenemos una buena salud no vamos a tener un buen desarrollo, ni van a poder estar en condiciones de estudiar, trabajar y de desarrollarse humanamente. Creo que es fundamental que exista la obligación del estado y que esta quede plasmada en la Constitución. Que se quede como un derecho humano”, concluyó.