Se escondía en Tepic, Nayarit

Fotografía relevante a la nota.

En el 2011 las víctimas fueron torturadas y asesinadas. Posteriormente fueron enterradas de forma clandestina en las extintas instalaciones de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG)/Foto: Especial

Por su presunta partici­pación en el multihomicidio de estudiantes de la Prepa­ratoria 8 de la Universidad de Guadalajara y un comer­ciante, fue detenida Yuridith Paloma M. quien también se identifica solamente como Paloma M.

De acuerdo con las pes­quisas, en el 2011 el comer­ciante laboraba en la zona de la Normal en el municipio de Guadalajara, y en compañía de su hijo y otros tres com­pañeros, todos alumnos de la casa de estudios ya citada, fueron a negociar el pago de cuotas con varios individuos en las extintas instalaciones de la Federación de Estudian­tes de Guadalajara (FEG).

Por lo anterior los ingresa­ron al edificio y al no lograr acuerdos, se liaron a golpes; sin embargo, las víctimas fue­

ron superadas, ya que las tor­turaron y privaron de la vida. Posteriormente fueron ente­rradas de forma clandestina en el lugar.

La Fiscalía de Jalisco logró identificar a varias personas como probables partícipes, entre ellas Yuridith Paloma M., por lo que se solicitó una orden de aprehensión en su contra por el delito de homi­cidio calificado.

Recientemente agentes del área de Mandamientos Judiciales obtuvieron infor­mación de que dicha persona actualmente se encontraba ra­dicando en la ciudad de Tepic, Nayarit, por lo que se solicitó el apoyo de las autoridades de esa entidad para concretar su captura, lo cual ocurrió en la colonia Ciudad Industrial.

La detenida fue trasladada a Jalisco y puesta a disposi­ción del Juez Décimo Cuarto de lo Penal, quien resolverá su situación legal.

En julio del año pasado, fueron detenidos por el mis­mo caso Othón Emmanuel “C”, alias El Gronda, locali­zado en la colonia Los Arra­yanes, en Guadalajara, y en otro hecho Ernesto, alias El Pelón, a quienes se les de­claró formal prisión.

El presunto autor inte­lectual, David Enrique Cas­torena, sigue prófugo de la justicia.