“¡Pónganse a trabajar, justicia que llega tarde no es justicia!”

Urge que haya una revisión a las salas de esta instancia, pues han disminuido drásticamente su rendimiento, lo que afecta el acceso a la justicia y el trabajo de los litigantes

Por Rafael Hernández Guízar

Abogados se quejaron ayer de la lentitud con la que están trabajando en el Tribu­nal de Justicia Administrativa de Jalisco.

Y es que llevan más de un mes de retraso en el proceso de la admisión de demandas, algo que ha hecho que la jus­ticia llegue con mucha dila­ción a la ciudadanía.

“Pues yo presenté una de­manda el día 4 de septiem­bre, y ahora (ayer) es 22 de septiembre y no se ha publi­cado nada, de hecho fui a ver qué pasaba y me dijeron que se iban a tardar dos semanas más en darme el auto de ad­misión, dos semanas más es el colmo porque estamos es­perando que nos resuelvan la demanda para poder seguir adelante con un asunto civil, y los clientes se desesperan, y eso se traduce en que es muy estresante el trabajo para no­sotros los abogados, pero más aún, en que no podemos ga­nar, que no podemos cobrar porque si el proceso está lento pues qué es lo que vamos a cobrar, cómo le vamos a ha­cer, es algo que no toman en cuenta en los juzgados y en el mismo tribunal”, dijo Rosario Paredes, una de las abogadas entrevistadas por este repor­tero.

A decir de esta litigante, es urgente que haya una revi­sión a las salas del Tribunal de Justicia Administrativa, pues en general todas han bajado drásticamente el rendimiento, y con esto se ha llegado a de­jar en “estado de indefensión” a la ciudadanía.

“Mire, justicia que lle­ga tarde no es justicia, es un dicho muy cierto, porque a veces por la lentitud de las instituciones la gente pierde algo que es básico, pierde la oportunidad de que se le brin­de justicia, faltan indiscuti­blemente a su labor; cada una de las salas tiene tres días para acordar lo que se promueve, o sea, para recibir y atender las demandas y solicitudes, y pasa un mes y a veces hasta más y tenemos que meter amparos, y todo eso es un gasto extra, no nada más por lo que cuesta meter un amparo, sino porque se gastan recursos del mismo gobierno, lo que se necesita es gente que quiera trabajar y que de verdad venga a tra­bajar y no a andar platicando y viendo el celular que luego pareciera que eso es en lo que se la llevan muchos”, dijo.

El llamado se hizo a las autoridades en general, tanto al Poder Ejecutivo, al Legis­lativo, y al Judicial, para que las tres partes realicen alguna estrategia o reforma que per­mita acortar los tiempos de respuesta, y sobre todo para que castigue y dé de baja a los trabajadores que no cumplen con las metas y obligaciones para las cuales devengan un salario.