Miles de familias se las ven negras para adquirir la canasta básica

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Todos los productos que se requieren para la alimentación de las personas han sufrido importantes incrementos en lo que va del año, algo que hizo que por ejemplo comer carne sea ya un privilegio inalcanzable para muchos/Foto: Francisco Tapia

Comer tres veces al día se ha vuel­to casi una misión imposible para mu­chos ciudadanos, quienes ya no pue­den con los incrementos de la canasta básica en Jalisco.

Y es que todos los productos que se requieren para la alimentación de las personas han sufrido importantes incrementos en lo que va del año, algo que hizo que por ejemplo comer carne sea ya un privilegio que no se puede sustentar más allá de una vez por se­mana.

“Pues antes uno comía carne casi diario, aunque sea una vez al día y ahora pues a puros frijolitos se la lleva uno, y a guisar verduras y lo que se puede porque hasta el huevo oiga ya está en más de 40 pesos el kilo, pues así cómo le hace uno”, dijo la señora Bertha Ochoa, una de las entrevista­das.

Tras hacer un sondeo en varios de los mercados de Guadalajara, trascen­dió la imposibilidad de la mayoría de los ciudadanos para alcanzar a comer dignamente tres veces al día.

“Mire, yo a veces me quedo sin comer porque alcancen a comer mis hijos, porque se van a la escuela y me preocupa que se lleven lonche, pero pues el bolillo bien caro, la tortilla en 24 pesos el kilo, y así todo subió; por eso, pues a veces yo me he quedado sin comer porque no ajusta, la ver­dad que ya no nos ajusta y ahí me la llevo en el día con un café o un té, lo que tenga, y un pan, o un plato de frijoles, lo que se pueda, también mi marido, porque es el que nos lleva el sustento a la casa, pues que se vaya alimentado, si no qué hacemos, ahí uno pues luego, porque me ha pasado que nomás hay un plato de sopa en la casa y me dice el otro día uno de mis hijos ‘ay mamá qué rica la sopa, me das más’, y pues ni modo de decirle que no, ‘claro mijo, mira, te guardé un platito de sopa porque sabía que te había gustado mucho’, eso le dije, pues qué más hace uno, ya con que ellos coman como que me pone las pilas a mí”, siguió la dolida mujer.

Y así, los entrevistados refirieron a este reportero que en algunos casos han pasado de comer tres a sólo dos ve­ces por día, y que comer carne ya no es opción, al menos no más de dos o tres veces por semana.