Es más alta que a nivel nacional, revela estudio

La región de Los Altos de Jalisco tiene una alta incidencia y prevalencia de riesgo suicida y de sui­cidios: a nivel nacional, la cifra es de 6.2 por ciento por cada 100 mil habitan­tes, aproximadamente; en Jalisco es de 7.2 por cien­to, pero en la región de Los Altos es de 10.8 por ciento, afirmó la doctora Patricia Noemí Vargas Becerra, Jefa del Departamento de Cien­cias de la Salud, del Centro Universitario de los Altos (CUAltos).

En rueda de prensa para anunciar las actividades con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, a celebrarse el 10 de septiem­bre, la investigadora habló de la necesidad de atender esta problemática en la región.

Detalló que en un estudio en los doce municipios de la región Altos, con una muestra de la población de 15 años y más, integrada por 423 parti­cipantes, encontraron indicios de genes específicos que pue­den estar detonando estados anímicos poco favorables.

En el estudio, realizado durante los últimos tres años, se encontró en parte de la po­blación, antecedentes heredo­familiares de predisposición a trastornos como ansiedad, depresión y otros como el Alzheimer. Fueron también detectados casos con antece­dentes patológicos personales relacionados con ansiedad, depresión y riesgo suicida.

Más de 49.4 por ciento de la población entrevistada tie­ne antecedentes de algún tipo de adicción.

Actualmente, la investi­gación está enfocada en la influencia que podría tener la microbiota en el desarrollo de padecimientos como depre­sión o ansiedad. Lo que se quiere detectar es una posible relación entre el consumo de algunos alimentos y la predis­posición para desarrollar estas afectaciones.

Para ello fueron tomadas muestras fecales a fin de de­tectar las bacterias que hay en el organismo de las personas que puedan estar favorecien­do o no favoreciendo deter­minada química en el cerebro relacionada con la alimenta­ción. La etapa en la que están los investigadores es la de procesamiento de muestras. Se espera terminar el análisis de la microbiota a finales de este año.

En otra investigación que se hizo en 2022, en la cual participaron voluntariamente mil 684 estudiantes de pri­mero a cuarto semestres, fue detectado que 49.4 por cien­to padece ansiedad clínica; la depresión clínica es padecida por 25.3 por ciento y 26 por ciento fue identificado con riesgo suicida, informó la maestra Carolina de la Torre Ibarra, investigadora del De­partamento de Ciencias de la Salud del CUAltos.

Destacó que la investiga­ción no se limita a detectar los casos, sino que se hacen entrevistas con los afectados para profundizar y verificar que los datos son certeros, e incidir en lo que ellos están viviendo.

El maestro Juan Carlos Plascencia de la Torre, aca­démico del Departamento de Ciencias de la Salud, dijo que en el CUAltos hay esfuerzos para dar atención individual a los estudiantes que lo requie­ran, y rescatar los procedi­mientos de prevención desde el modelo clínico individual y psicoeducativo grupal.

Lo que se busca son estra­tegias para la promoción de la salud mental orientadas al autocuidado, de manera que los estudiantes tengan la habi­lidad de desarrollar las com­petencias para poder cuidar de su salud mental en caso de que no se cuente con el apoyo de un profesional en un mo­mento crítico.

Algunos de los elementos que los académicos buscan incorporar y desarrollar en los estudiantes universitarios du­rante todo su proceso es que tengan la capacidad de desa­rrollar habilidades sociales, que les van a permitir hacer frente a las adversidades que se les presenten durante su formación académica.

Entre esas habilidades se encuentran el optimismo, la capacidad para poder comuni­carse asertiva y efectivamente con sus tutores, profesores y familia; que comprendan la im­portancia de la búsqueda de las redes de apoyo social, el control de impulsos, la empatía, que de­sarrollen la gratitud y la búsque­da del sentido de vida.

Algunos objetivos de las estrategias es que los estu­diantes alcancen un bienestar psicológico encaminado a lo que se conoce como resilien­cia, es decir, tendrán la ca­pacidad de hacer frente a las adversidades y estados emo­cionales negativos.

Destacó que el Centro de Desarrollo Humano y Comu­nitario del CUAltos cuenta con intervenciones grupales con un enfoque preventivo desde la psicología positiva para poder rescatar elemen­tos y factores protectores que ayuden a los estudiantes a afrontar estados emocionales negativos.