Investigadores de la UdeG contra diabetes tipo 1
Con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes mellitus tipo 1, enfermedad que padecen alrededor de ocho millones 600 mil personas en México y es la segunda causa de muerte en el país, investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y de otras instituciones trabajan, desde hace algunos años, en la creación de un páncreas artificial.
“Se trata de un dispositivo inteligente que hará la función del páncreas humano; no un órgano biológico, sino un dispositivo que pueda suministrar, de manera efectiva, la insulina para las personas que sufren de diabetes mellitus tipo 1”, explicó el doctor Julio Alberto García Rodríguez, investigador del Centro Universitario del Sur (CUSur).
“Consta de un sensor de glucosa, que es un parche que el paciente se coloca en la zona abdominal; este tiene un dispositivo microelectrónico que va sensando el nivel de glucosa y manda una señal a un aparato con tecnología inalámbrica que puede desplegar en cinco minutos el nivel de glucosa. Con ese monitoreo podríamos mandar la señal de manera inalámbrica a otro aparato, un parche en otra zona abdominal, que suministraría solamente la cantidad de insulina que necesita la persona, con un algoritmo programable, que funcione de manera autónoma e inteligente; con lo que las complicaciones de la enfermedad se verían disminuidas”, compartió.
Explicó que otras ventajas son que el paciente ya no tendría una intervención directa e inyectarse la cantidad que el médico le indique, ya que el dispositivo suministraría la insulina en caso de que la necesitara.
“Si no se necesita el dispositivo detectaría, por el monitoreo, que no es necesario; asimismo, cuando la persona está dormida suele pasar que la glucosa baja, y hemos investigado acerca de sistemas de alarma que le alertarían al paciente en caso de que su glucosa baje; de igual forma, en caso de que descuide la alimentación o tenga una crisis, también estamos pensando en sistemas de alarma que detecten. Tener este control estricto se asemejaría mucho a no tener la enfermedad y a contar con una mejor calidad de vida”, apuntó.
El proyecto que ha reportado resultados en revistas internacionales ya cuenta con los algoritmos computacionales, se han hecho algunas pruebas de programación de dispositivos, pero aún no se experimenta con animales ni personas, ya que los recursos no son suficientes.
“Esta fase de experimentación de laboratorio no es una fase corta y sencilla, ya la veníamos previniendo antes de la pandemia. Esperamos que para 2023 ya contemos con un plan de acción, y ver hacia dónde se va a dirigir la investigación, pero será una realidad, hemos trabajado mucho y queremos lo mejor para la sociedad mexicana”, agregó.
Aunque ya existen productos similares en Estados Unidos y Europa, no tienen una función autónoma y su costo es elevado; por lo que la idea es que mediante tecnología mexicana sea accesible, e incluso en un futuro el sector salud pueda proveer estos dispositivos.
En el proyecto participan, además, el doctor Eduardo Ruiz Velázquez del Centro Universitario de Ciencias Exactas en Ingenierías (CUCEI); la doctora Griselda Quiroz, de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y el doctor Alejandro Ricardo Femat Flores, del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT).