A Enrique Alfaro le interesa más la línea 3: Ciudadanos

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

A menos ha venido el servicio del Macrobús, pues de acuerdo con usuarios de este transporte: “está en muy malas condiciones, ya no hay ni personal para estar cuidando las entradas, ni el aseo porque está sucio, abandonado”/Fotos: Francisco Tapia

Usuarios del servicio del Macrobús en Guadalajara sentenciaron que es pésimo este transporte que al paso del tiempo se ha venido a menos, es decir, que ha presentado fa­llas constantes.

Desde suciedad dentro de los vagones hasta el hecho de que las puertas “automáti­cas” a veces no abren y deben abrirse paso las personas con la mano, con el riesgo de caer y sufrir un atropellamiento.

“Mire, el Macrobús cuan­do se para tiene que pitar la alarma y a veces no se abren y uno tiene que andar abriéndo­las, ya no es lo mismo, está en muy malas condiciones, ya no hay ni personal para estar cui­dando las entradas, ni el aseo porque está sucio, abandona­do”, indicó Eugenia López, una de las usuarias entrevista­da por este reportero.

“Yo lo tomo seguido, está muy mal, antes sí era bueno, pero cada que es tiempo de lluvia es lo mismo, no se puede pasar y uno tiene que tomar taxi, porque se deja de dar el servicio, por eso es bueno que se pongan las pi­las, que se pongan a trabajar en esto, que lo vean y que no nos dejen solos a los que lo tomamos”.

Además, pagar la tarifa es ya un problema también; el hecho de que circulen nuevos billetes de 20, 50, y 100 pe­sos que no son reconocidos ni aceptados por la máquina que recarga la “tarjeta inteligen­te”, provoca que las personas tengan que estar buscando cambio, y en la mayoría de los negocios ubicados en los alrededores de las estaciones se niegan a prestar el servicio, de hecho hay hasta carteles que dejan en claro lo siguien­te: “No hay cambio”.

“Pues si ya están circulan­do billetes nuevos, cómo es posible que no los estén acep­tando, no es justo yo digo por­que o los aceptan o los acep­tan, ni modo que en el país no haya billetes nuevos nomás porque aquí en el Macrobús no los quiere la máquina, que la revisen porque sí es una friega”, agregó.

Por su parte, Enrique Váz­quez, otro de los entrevista­dos, se quejó también de las condiciones de aseo y de la falta de funcionalidad de las estaciones: “Está muy sucio, a veces vienen todos cochinos y no hay quien haga el aseo; las puertas no abren, yo digo que es porque no les dan manteni­miento y pues ya están viejos los camiones, ni modo que no ganen como para tener camio­nes buenos”, destacó.

Finalmente, los usuarios hicieron un llamado al Siste­ma de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) –que atiende también el sistema Macrobús– para que revisen las condiciones de seguridad de las estaciones y de los mismos camiones, y además que se implemente alguna estrategia para evitar que en cada lluvia los usua­rios tengan que tomar taxi o quedarse varados hasta que el nivel del agua –que sube más de un metro sobre la avenida Gobernador Curiel-Calzada Independencia–, permita el paso del transporte.