El ex gobernador hizo llegar carta del capo al ex presidente

El hecho ocurrió en 2013; en ese entonces, el mandatario estatal confirmó el hecho

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La directora de la Industria Jalisciense de Rehabilitación Social de México, Elizabeth Castro, informó que Rafael Caro Quintero había solicitado su liberación a Peña Nieto en una carta que le hizo llegar a través de Aristóteles Sandoval. Seis meses después, el narcotraficante salió de la cárcel de Puente Grande/Foto: Especial

Julio 18, Madrid (Europa Press).- La directora de la In­dustria Jalisciense de Reha­bilitación Social de México, Elizabeth Castro, informó que el ex gobernador del esta­do mexicano de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, habría intercedido en 2013 a favor del narcotraficante Rafael Caro Quintero para lograr su puesta en libertad ante el ex presidente del país Enrique Peña Nieto.

Caro Quintero, uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y actual líder del Cártel del Caborca, fue dete­nido a finales de la semana pasada en el municipio de Guachochi, en el estado de Chihuahua, después de que fuera puesto en libertad pre­cisamente en agosto de 2013.

Según Castro, Caro Quin­tero había solicitado su libera­ción a Peña Nieto en una carta que le hizo llegar a través de Sandoval. Seis meses des­pués, el narcotraficante salió de la cárcel de Puente Grande en la que se encontraba ingre­sado.

El entonces gobernador de Jalisco confirmó que había entregado la carta, de acuerdo con informaciones del diario Milenio. “Señor presiden­te de la República, Enrique Peña Nieto: Yo, Rafael Caro Quintero, llevo 28 años y no recuerdo cuántos días y me­ses privado de mi libertad por estos delitos, los cuales ya pagué. Le pido que me dé mí libertad”, recogía la misiva. Varios ex altos cargos de la administración de Sandoval confirmaron la existencia de este documento.

El gobierno de Estados Unidos, sin embargo, había emitido una solicitud para que fuera detenido por su supues­ta implicación en el asesinato de un agente de la agencia an­tidrogas del Gobierno estado­unidense (DEA).

La Justicia de Estados Unidos ofrecía una recom­pensa de cinco millones de dólares –unos 4.96 millones de euros¬– por un delito por el que aún le falta cumplir una sentencia en México.