Le cortan agua a vecinos y no acaban trabajo, acusan

Lo peor es que les dijeron que no usaran agua en tanto concluían de reparar, pero los trabajadores de la intermunicipal no se han parado a terminar lo que iniciaron

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Vecinos ya habían reportado el socavón ubicado en la calle Ramón Blancarte; fue hasta que el problema se hizo “enorme” que las autoridades tomaron cartas en el asunto. Sin embargo, llegaron y supuestamente repararon pero dejaron abierto, con el riesgo de que ocurra un accidente/Foto: Francisco Tapia

Un enorme agujero en la calle 44 puso en riesgo las vi­viendas de varias de familias.

Se trata de un socavón que se ubica por la calle Ramón Blancarte, mejor conocida la como la 44, en las afueras del número 276, donde una mujer relató como una obra abandonada del Sistema In­termunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantari­llado (SIAPA) se agravó aún más, pues se cayeron dos pos­tes y un árbol producto de las fuertes lluvias de los últimos días en esta ciudad capital.

“Mire vino el SIAPA a arreglar el agua tres veces y no ha tapado, y con la lluvia de ayer se puso peor porque se cayeron tres árboles, y está afuera de mi casa”, dijo una de las afectadas.

–¿Y el SIAPA qué le dice?

–Pues que tienen un se­guro, y que van a arreglar, pero nada. Esto me preocu­pa mucho, está afuera de mi casa, queremos que vengan a arreglar aquí, me dejaron sin drenaje, que no usara nada de agua, que según eso me iban a arreglar, pero no puedo usar el agua, está todo a la mitad, luego aquí afuera está el so­cavón.

Ella había pagado 15 mil pesos por el arreglo de su fa­chada y el piso, llegó el SIA­PA y lo destruyó, pero ahora, ni su drenaje funciona.

“Mire me gasté 15 mil pe­sos para arreglar la fachada, para poner el piso y todo, y ahora no sé qué va a pasar, y del ayuntamiento pues no nos han dicha nada, no nos han dicho si nos van a apoyar, an­dan arreglando banquetas en otros lados, pues que vengan a ayudarnos, ojalá que sí nos apoyen”.

Han reportado el proble­ma al SIAPA y la respuesta no llega, viven con miedo a que se dañen aún más sus vivien­das, además de la molestia de no poder usar ni el baño.

Asimismo, del ayunta­miento de Guadalajara tam­poco ha recibido ayuda. Ha­bían reportado un peligroso árbol que finalmente se cayó pese al peligro que esto su­ponía; de la administración municipal les querían cobrar una fuerte suma por atender su obligación a través de la Dirección de Parques y Jar­dines.

“Nosotros habíamos ya pedido ayuda por lo de los ár­boles, pero nos cobraban 30 mil pesos, y pues no, ni modo de estar pagando eso”.

El llamado fue tanto al SIAPA como al ayuntamiento tapatío, para que en conjunto solucionen el problema que por omisiones se va agravan­do cada vez más.