En los últimos meses han aumentado en el mundo los casos de niños y adolescen­tes, de entre 1 mes y 16 años de edad, que presentan sínto­mas de hepatitis aguda grave sin causa aparente.

Ante tal situación, la Sala de Situación para la Preven­ción y Promoción Perma­nente de la Salud, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), advierte sobre las posibles causas e in­vita a extremar precauciones para evitar más casos.

“Las recomendaciones son medidas higiénicas: lavado de manos de manera frecuente con agua y jabón o solución alcoholada, antes y después de preparar alimentos, ir al baño o cambiar pañales”.

“Cubrir boca y nariz al estornudar y toser; evitar compartir alimentos, bebi­das, cubiertos y platos, te­nemos que evitarlo. Y lim­piar y desinfectar objetos que puedan llegar a la boca de los menores”, informó el Rector del CUCS, doctor Francisco Muñoz Valle.

“Además, limpiar y des­infectar los espacios donde haya estado una persona en­ferma. También, que el agua de consumo sea potable, y ga­rantizar el manejo higiénico de los alimentos. Completar esquema básico de vacuna­ción de acuerdo con la edad, así como el manejo adecuado de las excretas”, agregó.

Recalcó que al ser estos casos de origen desconocido es importante tener los mis­mos cuidados que con los otros tipos de hepatitis para no infectarse.

Beatriz Verónica Panduro Espinoza, secretaria acadé­mica del CUCS, dijo que los síntomas en niños son: fatiga, fiebre, dolor abdominal, náu­seas, diarrea, vómito, y por el incremento de bilirrubina hay hiperpigmentación amarilla en la piel, heces blanquecinas y orina oscura.

Tras esto es necesario ha­cer estudios de función del hígado. Si no se identifican los virus asociados con las hepatitis tradicionalmente co­nocidas, como las tipo A, B, C, D y E, entonces se trata de un caso más del brote que ocurre en distintas latitudes del mundo.

“En América hay 383 ca­sos, de los cuales 23 han re­querido trasplante hepático, 11 han salido positivo a CO­VID, 118 dieron positivos en adenovirus y 14 casos en ti­pificación de adenovirus, con 12 muertes. México está en el grupo de 21 a 100 casos”, detalló.

Especialistas buscan explicar el motivo de la enfermedad

Erika Martínez López, jefa del Departamento de Biología Molecular y Genómica, refi­rió que desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se trabaja en identificar el ori­gen de la enfermedad.

“Actualmente hay varias hipótesis. La OMS propone que es por una infección del adenovirus tipo F41, en con­junto con otros virus, pero en particular toma relevancia el virus de SARS-CoV-2, dado que varios pacientes dieron positivos a éste”, expresó.

“Se menciona que sucede en niños previamente infec­tados de COVID-19, y que dicho virus puede tener re­servorios en el tracto intesti­nal, que causa que la proteí­na espiga se comporte como un superantígeno que activa exacerbadamente el sistema inmunitario, aumente la per­meabilidad intestinal y haya liberación de los adenovirus al torrente sanguíneo”, infor­mó Martínez López.

Recalcó que para esta si­tuación global existen tres estatus en los pacientes: caso sospechoso, que es cuando menores de 16 años presentan una hepatitis aguda sin etiolo­gía conocida; caso probable, cuando el resultado es nega­tivo a virus de la hepatitis A a la E emitido por el InDRE; y caso confirmado, de los cua­les no hay uno como tal hasta el momento.