Por Rafael Hernández Guízar

Usuarios de la clínica 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) denun­ciaron las pésimas condicio­nes del hospital, pues no sir­ven los elevadores.

Con fracturas y otras he­ridas, usuarios y personas de la tercera edad deben caminar por las escaleras constante­mente, pues sólo dos de seis elevadores están en funcio­namiento, y a veces ninguno, según reportaron los mismos derechohabientes.

“Pues por las escaleras, no hay de otra, porque hay que ir a que le den a veces a uno la vigencia para que te atiendan, y luego subir a los exámenes, y que bajar al consultorio, y así te traten, y no sirve el ele­vador, y yo tengo un proble­ma en mis rodillas, tengo mal las rodillas y no puedo subir y bajar fácilmente, y pues sí me da coraje porque como es posible que no sirvan los elevadores, dicen que porque no hay presupuesto para arre­glarlos, y uno ve los carros en los que llegan los traba­jadores y dice uno ‘cómo es posible que digan eso’, cla­ro que hay presupuesto, que se lo estén quedando es otra cosa”, sostuvo Javier López, uno de los derechohabientes entrevistados por este repor­tero.

Julia Hernández, otra de las entrevistadas, lamentó la falta de servicio de los eleva­dores pues es una mujer de la tercera edad, y en varias oca­siones ha estado a punto de caer de las escaleras.

“Pues es muy molesto, yo vengo cada mes por mis medicinas y a consulta, pero cuando vengo a otra cosa, al­gún estudio por ejemplo, me tengo que venir con mucho tiempo de anticipación por­que pues como no sirven más que dos elevadores y a veces ninguno, tengo que subir por las escaleras y pues camino muy despacito, ya estoy vie­ja, y no tengo quien venga conmigo; entonces, pues ahí poco a poco voy como puedo, pero a veces me cuesta mu­cho y fallan las piernas, y ya en dos ocasiones me he visto en riesgo de caer, y una caída pues me mataría, a mi edad es mortal”, dijo.

–¿Qué pediría usted, seño­ra?

–Pues que los arreglen, que piensen en nosotros los que ya estamos viejos, y luego nadie nos ayuda, nadie piensa en nosotros, que por favor se pongan en nuestros zapatos.

Constantemente se apre­cian unas hojas pegadas con cinta en los elevadores de la clínica 46 del IMSS, mismas que advierten a las personas que no están funcionando.

Lo anterior resulta ser bas­tante frustrante para muchos, puesto que la mayoría de las personas que utilizan los ele­vadores son pacientes que presentan heridas o alguna discapacidad que les impide bajar y subir por las escale­ras.

Aguantando sus dolores y males, las personas deben de cualquier manera usarlas, pues a veces no hay otra ma­nera de moverse dentro del nosocomio.