“Hay que trabajar diario, si no uno no come”
Por Rafael Hernández Guízar
“Ya no alcanza ni para comer”, lamentó un comerciante entrevistado en el municipio de Tonalá.
A sus 47 años de edad, Juan Rivas Medrano se enfrenta a una batalla casi olímpica todos los días para llevar el sustento a sus ocho hijos, su esposa y dos de sus nietos, todos a su cargo y sin apoyo de autoridad alguna.
“Pues hay que trabajar diario porque si no, no sale”, indicó.
“Hay que trabajar hasta los domingos, y pues tratar de que salga lo más posible de dinero, porque hay días en los que no se gana nada y hay días en los que se gana más o menos, y ya eso compensa un poco, pero pues no ajusta para comer (…); andamos comiendo casi diario cosas así ligeras, que una sopa o frijoles, o lo que se va pudiendo la verdad, porque como le comento pues a mí nadie me da ningún apoyo, y hay que sacar aquí dinero”.
Por su edad en ningún trabajo lo contratan, ya que existe un consenso casi generalizado para las personas que superan los 30 años de edad, más aún cuando no se cuenta con estudios al menos de preparatoria. En su caso, no terminó ni siquiera la primaria.
“Trabajaba en una empresa haciendo la limpieza, pero como me pedían más papeles y no tengo estudios, pues me toco salir, ni modo, ahora pues acá vendiendo es como me mantengo, ya como va saliendo primero Dios”.
El caso de este ciudadano es uno de tantos que ayer quedó en evidencia por parte de un académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), quien reveló que al menos deben trabajar tres integrantes de cada familia para tratar de adquirir los 121 productos que comprende la canasta básica, misma que por cierto ya supera los 11 mil pesos.