Por Rafael Hernández Guízar

Por la tardanza en la en­trega de sus locales y ante la zozobra de que el Ayunta­miento de Guadalajara acabe a tiempo la reconstrucción del mercado Libertad, las mercancías de los locatarios se están echando a perder.

Son las lluvias las que han acabado con sus mer­cancías, al menos de quienes están vendiendo en la calle a la espera de ser reubicados, pues el nivel del agua sube de forma preocupante en los alrededores del también llamado mercado San Juan de Dios, para lo que no hay en realidad apoyo de las autoridades municipales.

“La tormenta más fuerte ha sido la del lunes pasado y se arrastró mercancía, se nos echaron a perder cosas, y queremos que nos ayuden aquí, porque los desagües como que se taparon, el agua no circula, noso­tros pues estamos a la espera de que ya nos den los locales, hoy (ayer) vinieron a entregar unos locales, y dijeron que la próxima semana iban a dar otros”, indicó Johana, una de las locatarias entrevistadas.

Sobre el tiempo de entrega, dijo que los han traído de promesa en promesa: “Dicen que en unos días y así nos han traído, llega la fecha y nomás nada, y pues estamos a la espera, ya que nos digan cuando esté listo vamos a creer, nosotros estamos con la zozobra de que nos los vayan a entregar, por eso esta­mos ya resignados a que se va a ir a largas. Nosotros tenemos que estar protegiendo la mercancía, porque con estas lluvias sí hemos perdido cosas, fue aquí en general, a todos nos afectó, y es que aquí se estanca más el agua, es muy cansado esto porque hay que cuidarnos del agua y no puedes ni dormir porque es­tás con el miedo de que si empieza a llover te quieres venir a tapar tu mercancía, no es lo mismo que estar en el local”.

Si bien al momento les han puesto unos toldos para que la lluvia no les llegue de forma di­recta, es el nivel del agua –que sube y sube bastante- el que sí les han hecho estragos con sus mer­cancías: “No se mete el agua por arriba por los toldos, pero sí por esto de que se inunda”.

Aunque sí les han dado algunos apoyos por parte del ayuntamiento, los locatarios esperan que en breve las cosas regresen a la “normalidad”, y así, puedan dejar de estar perdien­do mercancía y por ende dinero, al estar a merced de las condiciones climáticas.