Se compara su existencia con la de otras estrellas, explica

El sol al final de su vida se va a inflar, y va a quedar solo su núcleo. La tierra se va a desintegrar, y toda la materia de los planetas que conforman el sistema solar se mezclarán en una nube, y probablemente colisionen con otras nubes de gas y de polvo, y den origen a nuevos sistemas planetarios. Eso ocurrirá dentro de 4,500 millones de años, afirmó la científica mexicana y divulga­dora de la ciencia Julieta Fie­rro Gossman, quien impartió la conferencia “El futuro del universo”.

La doctora Fierro es inves­tigadora titular del Instituto de Astronomía de la Univer­sidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e impartió la conferencia en el marco del 4° aniversario de la librería Carlos Fuentes, en el salón de la misma, en planta baja.

Explicó que antes del sol hubo millones de generacio­nes estelares, estrellas que generaron nuevas sustancias químicas, que murieron, arro­jaron su material al espacio, y fueron enriqueciendo de nue­vas sustancias, y se piensa, que igual, el remanente del sol dará origen a otro sistema planetarios, que puede ser to­talmente distinto al nuestro.

Hay otros mundos que se han descubierto fuera del sis­tema solar de lava, de roca fundida, hay otros que tienen agua y atmósfera, y se quieren estudiar estos planetas para ver si tienen vida; además hay otros mundos increíbles ricos en carbono, y otros que deben estar llenos de diamantes.

Una manera de conocer la edad de las estrellas es saber cuánto combustible tienen, cuánto hidrógeno y helio hay en el núcleo, que a través de las reacciones termonucleares nutren de luz al sol.

Para conocer cuántos años durará el sol, los científicos toman como base lo que suce­de con otras estrellas, cuántas están naciendo, cuándo mue­ren y cuántas son estrellas adultas, eso da como resulta­do 10 mil millones de años, y el sol va casi a la mitad de su vida. Para saber este último dato, se toma como base los meteoritos.

“Todas las rocas super­ficiales de la tierra son muy jóvenes porque hay vulca­nismo, que cubre de lava. Hay rocas que tienen qui­nientos años de vida, y no puede ser esa la edad de la tierra, ya que hay restos fó­siles de millones de años”.

“Así es que los meteoritos que llegan del espacio y que se formaron junto con el sistema solar tienen sustancias radio­activas que decaen, es decir, tienen uranio que se transfor­ma en plomo, entre más plo­mo, son más antiguas, y entre más uranio más jóvenes, y con base en esto se puede saber la edad del sistema solar”.

“Y ¿qué le va a pasar a nuestra galaxia? Nosotros vivimos en un conglomera­do estelar de cien mil millo­nes de estrellas. Una de cada cien estrellas es como el sol, y dan vueltas alrededor del centro de la galaxia. Al sol le toma 250 millones de años dar la vuelta, y lo que le va a pasar es que nuestra galaxia se va a fusionar con la de Andrómeda”.

Lo anterior se sabe gracias a que se ha observado cómo se fusionan otras galaxias, cómo las galaxias grandes se hacen a partir de la fusión de galaxias más chicas, por eso se sabe que se va a fusionar Andrómeda y la Vía Láctea, y van a terminar siendo un conglomerado más elipsoidal de estrellas. El gas va a crear brotes de formación estelar, se va a acabar, y va a haber estre­llas envejecidas.

Mencionó que, además, se puede medir la velocidad con la que se acercan las dos galaxias y agregó que nuestra galaxia tiene cien mil millo­nes de estrellas, y hay cien mil millones de galaxias.

“A gran escala, si pudié­ramos ver el universo se ve­ría como una telaraña de tres dimensiones, y como vivimos en un universo en expansión, pues diferentes sitios de la te­laraña cósmica se van dilatan­do, y los huecos van aumen­tando de tamaño”.

Explicó que el universo es espacio, tiempo, materia y energía, y está evolucionan­do. Vino del vacío, de la nada. De la nada se liberó energía, y esa energía se transformó en materia común que son áto­mos, protones y electrones. Hay otra materia que no se ve, es oscura, se sabe que está ahí porque atrae gravitacional­mente a los objetos visibles.

El universo al expandir­se, se fue enfriando, y se formaron los elementos quí­micos, las galaxias y el sis­tema solar.