Es el segundo cementerio más antiguo de GDL: Candelaria Ochoa

Por Elizabeth Ríos Chavarría

Porque en la actualidad se encuentra en un eviden­te deterioro, la regidora de Morena en Guadalajara, Candelaria Ochoa, pre­sentó una iniciativa con la finalidad de proteger el patrimonio cultural e histó­rico que alberga el panteón de Mezquitán, así como impulsar el mantenimiento y conservación del centro cultural Ex Hacienda de Oblatos.

En sesión de pleno, ayer por la tarde, la regidora de oposición recordó que el cementerio abrió sus puertas el 2 de noviembre del 1896 que si bien es el segundo más antiguo de la ciudad -el primero es el de Belén–, lo cierto es que es el primer camposanto ad­ministrado por el gobierno municipal.

Dijo que la importancia de este espacio es tal, ya que con más de 120 años de operación el panteón de Mezquitán alberga capillas y mausoleos de personajes y familias que fueron reco­nocidas en la entidad.

“No obstante la relevan­cia del espacio descrito, es notorio el deterioro que se aprecia al visitar ese mag­nífico e histórico lugar, y el abandono se manifiesta en que sea la propia autoridad municipal quien se permita ignorar el valor cultural que resguarda y permita que el mismo sea saqueado y des­truido, por obra humana y de la naturaleza”.

Lamentó que hasta la fecha no exista un inven­tario formal de las cons­trucciones del lugar, por lo que recalcó la urgencia de realizar una evaluación del estado actual del patri­monio arquitectónico a fin de delimitar líneas de ac­ción para su mejoramiento y conservación, así como identificar aquellos inmue­bles destacados como parte del reconocimiento de su valor histórico.

“Debemos recordar que la omisión en el cuidado de los espacios suntua­rios, es responsabilidad del ayuntamiento y también es nuestra la responsabilidad la de proteger, promover y hacer del conocimiento de la ciudadanía el gran valor histórico y cultural que res­guarda el referido panteón de Mezquitán”.

Con respecto al mante­nimiento de la Ex Hacienda de Oblatos, manifestó que esta comenzó a construirse a finales del siglo XVIII y a la fecha se conserva muy poco de la estructura origi­nal. En 2003 fue adquirida por el ayuntamiento tapatío y al año siguiente comenzó su restauración, no obstante sí enfatizó la necesidad por conservarlo toda vez que acuden muchas personas a tomar cursos y talleres.