Vecinos del oriente de GDL, hartos de delincuencia

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

El sábado pasado, un hombre fue golpeado brutalmente por vecinos de una unidad habitacional ubicada en el cruce de Manuel Doblado, Churubusco y Federación, luego de que lo detuvieron tras haber robado en un teléfono celular a una de las mujeres. La golpiza pudo pasar a mayores de no ser porque llegaron policías para detenerla/Foto: Francisco Tapia

Habitantes del oriente de Guadalajara ya tomaron la justicia en sus propias ma­nos ante las inacciones de la policía tapatía para frenar la delincuencia.

Vecinos de una unidad habitacional ubicada entre las calles Manuel Doblado, Churubusco y Federación, golpearon a un ratero hasta casi dejarlo sin vida, pues se metió a robar por uno de los accesos. Policías de Guada­lajara lo salvaron de ser lin­chado.

“Mire, estamos aquí en estos departamentos donde la seguridad está bastante mal, mire nosotros ya estamos har­tos, hay varia gente que sali­mos a las seis de la mañana a trabajar y pues nos roban, y la neta ya estamos bien hartos, es a toda gira, mañana, tarde  y noche, y desgraciadamente pues son los muchachos que se juntan aquí, a ver que se puede hacer”, dijo la señora Mariana, una de las entrevis­tadas.

Y agregó: “Esto no tie­ne horario, es a todas horas y aquí es una unidad habi­tacional donde hay mucho niño, es más nos ha tocado que están los niños jugando y llegan los rateros y los andan correteando, que los quieren agarrar porque ya le robaron a alguien, como le digo eso a todas horas”.

El sábado pasado, un hom­bre fue golpeado brutalmente por vecinos de esta unidad habitacional luego de que lo detuvieron tras haber robado en un teléfono celular a una de las mujeres.

Incluso le rompieron enci­ma varios palos y, no pasó a más gracias a la llegada de la Policía Municipal, que ahora sí llego a tiempo pero no se lo llevaron detenido pues no había parte acusadora.

Los vecinos prefirieron no acudir ante las autoridades para acusarlo y así procesarlo por el robo del teléfono celu­lar debido a que temen por las represalias en su contra.

Por ello un uniformado tapatío le dijo que estaba en libertad de irse.

Los vecinos de la zona muy molestos exigieron al presidente municipal Pablo Lemus Navarro que haya vi­gilancia policiaca y que les ayuden a tener alumbrado pú­blico al interior de la unidad habitacional.