Por fortuna no hubo heridos: Vecinos

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

En el lugar se desarrollaba un festival de personas que buscan recaudar y concientizar en la lucha contra el cáncer infantil, evento en el que había al menos un centenar de personas a escasos metros de donde cayó el árbol. “Ya habíamos pedido al ayuntamiento de Zapopan que vinieran a podarlo, pero no hubo respuesta”, acusaron/Foto: Rafael Hernández Guízar

Un enorme árbol se des­plomó el día de ayer en el parque de la colonia Arcos de Guadalupe, en Zapopan, es­tuvo a punto de suceder una tragedia.

En este parque había un festival de personas que bus­can recaudar y concientizar en la lucha contra el cáncer infantil, evento en el que ha­bía al menos un centenar de personas a escasos metros de donde cayó el árbol.

Al filo de la 7 de la tar­de Un fuerte viento azotó en esta comunidad ubicada al poniente de la zona metro­politana de Guadalajara, acto seguido el árbol se vino abajo y estuvo a punto de caer enci­ma de unas personas que iban caminando.

“Les hemos estado dicien­do a los del ayuntamiento que por favor vengan a cortar algu­nas ramas de unos árboles que están mal y no nos han hecho caso, bendito sea Dios que no pasó a mayores porque ahori­ta podríamos estar lamentan­do algo, pero no pasó nada”, hijo una de las integrantes de la mesa directiva de Arcos de Guadalupe instantes después de que el árbol cayó a unos metros del festival contra el cáncer.

“Aquí hay mucho abando­no por parte del ayuntamien­to. Les dijimos que vengan a ver cómo están los árboles y no nos hacen caso; también les hemos estado diciendo que hacen falta las lámparas y tampoco nos hacen caso no sé si quieren que nosotros de nuestro bolsillo tengamos que pagar para poner las lámparas y para arreglar los árboles que al paso que va a esto yo creo que no va a quedar de otra más que tener que hacerlo nosotros”, agregó la molesta ciudadana.

De no ser por los vecinos de esta comunidad, el parque estaría en pésimas condicio­nes.

Pero son ellos mismos quienes se encargan de ba­rrerlo y hasta de regar el pasto y los árboles. Ahora el proble­ma que enfrentan es respecto a algunos de esos que están huecos y que representan un peligro para los pacientes y para decenas de niños que ha­cen uso de las instalaciones.