No vivimos tranquilos, lamentan habitantes
Por Rafael Hernández Guízar
Tonaltecas lamentaron la inseguridad que se vive en todo el municipio.
Pese a las nuevas patrullas y el equipamiento a la policía municipal, ciudadanos se dijeron inconformes con la manera en que se siguen cometiendo delitos por doquier.
“Es el cuento de nunca acabar en Tonalá porque parece tierra de nadie, porque sigue habiendo muchos asaltos a los jóvenes que van temprano a la secundaria o a la prepa, porque no hay transporte muchas vecesy tienen que ir caminando y hay muchos robos en motos, hay muchos robos a casas y a negocios, mucho robo de celulares, se supone que nuestro presidente dio más de 30 patrullas nuevas y que iba a haber más vigilancia pero hasta ahorita ha sido lo mismo, nada más andan haciendo alboroto con las patrullas, parecen arbolitos de navidad con tanta luz, pero los delitos no han bajado”, dijo uno de los entrevistados.
Y agregó: “A toda hora son los robos aquí, no importa si es de día o de noche, Tonalá ya es negocio para los rateros, a mí me ha tocado ver desgraciadamente que a plena luz de día hacen lo que les da la gana, y yo sí he agarrado como a dos que andan robando, pero pues aquí nomás el gobierno llega y te dice que vayas a levantar una denuncia a la Calle 14 pero mucha gente, por no levantar la denuncia porque les da miedo, mejor prefieren pensar que todo queda en lo material, es lamentable desde mi punto de vista como ciudadano, esa gente que lo permite está mal porque eso es motivo de que los rateros nunca se acaben, porque los rateros saben dónde están sus cosas y saben que la gente por miedo no va a hacer nada”.
La desconfianza de la ciudadanía no sólo es contra la policía municipal de Tonalá, sino incluso contra la misma Guardia Nacional que patrulla también las calles de este municipio: “Tampoco hacen nada, a los que se ve que son sospechosos ni los pelan, nada más se la llevan dando vueltas, andan en tres y hasta cuatro camionetas y no pasa nada, hasta los operativos que andan con los de las motos tampoco hacen nada, nomás una revisión y se acabó”, dijo otro de los entrevistados.
Las quejas de los ciudadanos entrevistados fueron respecto no sólo a lo que se vive en las localidades más alejadas de la presidencia municipal, sino incluso con respecto a lo que sucede en la cabecera donde se cometen robos a plena luz de día.