Locatarios reubicados esperan que mejore el panorama
Por Elizabeth Ríos Chavarría
A pesar de que los reubicaron para que no dejen de trabajar, en tanto siguen las labores de remodelación de los cientos de locales afectados por el incendio del 31 de marzo, comerciantes del mercado Libertad lamentaron las bajas ventas que han registrado estos últimos días; esperan que el panorama mejore por el bien de sus familias.
Con pérdidas que superan los 100 mil pesos dependiendo el giro y la mercancía dañada, locatarios del mercado San Juan de Dios –como también se le conoce– platicaron que en estos días de vacaciones sí han notado una considerable diferencia en cuanto a las ventas a comparación del año pasado, debido a varios factores que los hace cuestionar en torno a cuánto les llevará recuperarse de esta tragedia.
Si bien su reubicación temporal está en las inmediaciones del propio mercado, algunos sí expresaron que se las están viendo difícil por los espacios para laborar, al grado de cambiar de giro temporalmente para sacar el sustento del día y así comenzar a generar algo de capital que les dé pie a recuperar parte de lo perdido.
“Han estado malas las ventas. Sí viene gente pero nada más vienen a ver qué pasó, pero no a consumir. Nosotros ahorita estamos vendiendo comida, porque nosotros teníamos un local en el área de carnicería y se nos quemó todo, entonces, realmente nos pusieron en el basurero de San Juan de Dios y ahí no se vende, entonces estamos vendiendo comida para recuperar y pues volver a levantar nuestro otro puesto”, platicó Brenda.
Si bien por el día el movimiento en la zona es variado, comerciantes no dejaron de lamentar que en realidad el consumo de visitantes es poco, aspecto que se viene a sumar al hecho de que muchos de sus clientes incluso todavía no saben en dónde se encuentran reubicados, lo que hace todavía más complicada la labor de generar ventas como antes.
“Está tranquila la venta, aparte es temporada de vacaciones y la gente no está, los clientes que vienen cada semana todavía no nos ubican y tenemos ventas bajas. El incendio nos sigue afectando porque mucha gente se asustó y ya no viene y pues nos hace falta clientes. Aquí con la ubicación nos ayuda que trabaja mucha gente en el Centro Joyero, pero cuando cierran se queda solo”, expresó Leonor Salgado.
Aunado a esto, otros más detallaron que están a la espera de los apoyos del municipio, pues si bien no serán suficientes para todo lo que perdieron sí lo requieren para arrancar de nuevo, sobre todo antes de que se venga el temporal de lluvias, ya que ello implicará ingeniárselas para salvaguardar sus negocios y mercancía ante las inundaciones severas que se registran en el lugar.
“Se inunda, estamos viendo a ver cómo nos va a ir, ya nos imaginamos que nos la vamos a ver duras. Quizá meter tarimas (para subir el puesto), pero requiere de meter dinero y no es fácil, las ventas han estado tranquilas. Las pérdidas son muchas y los apoyos no, pero de eso a nada. Nos queda a esperar con tranquilidad y paciencia”, relató María Guadalupe Hernández.