Pagan dineral para poder trabajar afuera del mercado del mar

“Eso nos cobraron estos cabrones, pues ya qué, ni modo de no trabajar”

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Sobre las banquetas y hasta en el arroyo vehicular, por todos lados, había comerciantes instalados por las calles que rodean al mercado del mar ubicado sobre la Calle 34 al Oriente de Guadalajara, donde hasta los franeleros hacen su agosto/Fotos: Francisco Tapia

Hasta siete mil pesos pa­garon los comerciantes am­bulantes por instalarse duran­te la semana santa a vender en los alrededores del merca­do del mar.

La cantidad fue fijada para cada uno de los comerciantes sin importar el tipo producto que vendieran, así lo reveló uno de ellos, entrevistado por este reportero.

“Eso nos cobraron estos cabrones, pues ya qué, ni modo de no trabajar, porque es lo que uno está esperando por días, que lleguen estas fechas para sacar dinero, por­que de eso vivimos. Y sí, estas fechas son las que nos hacen fuertes para poder tener dine­ro, incluso para ahorrar para varios meses”, dijo uno de los comerciantes quién solicito el anonimato por temor a repre­salias que puedan tomar en su contra por parte de la admi­nistración municipal.

Aquel sitio lucía llenísimo de gente vendiendo productos que podrían encontrarse den­tro del mismo mercado, pero más baratos.

La diferencia entre los pre­cios de la verdura que se ven­día en las afueras del mercado y la que se vende dentro es de alrededor del 30 por ciento, lo mismo pasaba con el ceviche y hasta con las maquetas de camarón.

“Sí, claro que se puede dar más barato, pues pagamos menos que los que están aden­tro, ellos pagan renta y empe­lados y otras cosas, nosotros no, por eso la ganancia es ma­yor, al menos para nosotros”, agregó.

-Pero eso es competencia desleal.

-Eso mi amigo es compe­tencia, sí, pero no es desleal, porque a nosotros también nos cobran, entonces no sé qué tiene de desleal.

Pero no todos los co­merciantes tenían permiso, hay que decirlo, había hasta vendedores de globos insta­lados, quiénes comentaron que se arreglaron directa­mente con los inspectores del ayuntamiento con una cuota, que no se reveló, para permitirles vender durante el día.

Sobre las banquetas y has­ta en el arroyo vehicular, por todos lados, había comercian­tes instalados por las calles que rodean al mercado del mar ubicado sobre la Calle 34 al Oriente de esta ciudad capi­tal, donde hasta los franeleros hacen su agosto.