Dos años de pandemia impidieron a fieles acudir
Con la oleada de personas también regresaron los puestos de empanadas
Por Elizabeth Ríos Chavarría
Con la tradicional venta de empanadas a sus alrededores, y luego de dos años de que no se pudiera llevar a cabo debido a la pandemia por COVID-19, ayer tapatíos no perdieron oportunidad de iniciar con la visita a los Siete Templos en el centro histórico de Guadalajara.
Ante la autorización que la mesa de salud estatal dio hace semanas para que este año sí se pudieran realizar las celebraciones religiosas de manera presencial, ayer el color volvió al centro tapatío por aquellos quienes desde temprano se dieron cita para rezar en su recorrido y al mismo tiempo disfrutar de las demás atracciones.
Si bien lo usual son adultos o en general personas mayores los que optan por el recorrido, lo cierto es que familias enteras se hicieron presentes como una forma de disfrutar el día degustando también de las tradicionales empanadas.
“Tenemos un par de años viniendo la verdad, mi mamá que en paz descanse fue quien nos lo inculcó y ya es tradición venirme con mi niños y mi esposa. Hacemos el recorrido, nos quedamos un rato más y nos llevamos empanadas para la casa”, expresó Alberto Luna.
“Ya hacía falta. (El año pasado) no se había podido hacer porque los templos estaban cerrados pero qué bueno que ya pudimos, se ve el espíritu de la gente porque extrañaba venir”, añadió doña Eduviges.
Al ser una tradición que no muere, pues la visita de este año lo comprueba tras dos años en pausa, quienes también se vieron felices de poder presenciar esto fueron comerciantes de empanadas, los cuales por cierto ya tuvieron en esta ocasión oportunidad de colocarse en las inmediaciones de los templos del primer cuadro de la ciudad.
Mientras unos expresaron la alegría de poder presenciar el folclor de una actividad que une a muchos tapatíos por la temporada, otros más reconocieron la mejora en ventas que verán estos días.
“Las que más se nos venden obviamente son las empanadas dulces, las saladas se venden mucho pero no igual, la gente te viene buscando las tradicionales que son las de crema, las de piña, las de fresa, también membrillo o camote, en fin, para todos los gustos hay”, añadió uno de ellos.
Por la tarde se llevó la misa de la Cena del Señor, en la Catedral Metropolitana, en donde el cardenal hizo el característico lavado de pies. Posterior a ello, las celebraciones del jueves santo cerraron con la representación de la Pasión de Cristo parte a las afueras de la misma catedral. Se estima que la parte segunda se lleve por la tarde en el barrio de Analco.