Es una de las enseñanzas que deja el contexto actual: Especialistas

Por Elizabeth Ríos Chavarría

El infectólogo y académi­co de la Universidad de Gua­najuato, Alejandro Ernesto Macías Hernández, consideró que a dos años de la pandemia por COVID-19 se han dejado múltiples enseñanzas; una de ellas es que México tiene que invertir sí o sí más en salud a fin de poder hacer frente de una mejor forma a futuras pandemias.

Así lo expresó durante una conferencia magistral en don­de habló sobre las variantes, la situación y la perspectiva del coronavirus en el país, du­rante las actividades de clau­sura por el XXIII Congreso Internacional Avances en Me­dicina (CIAM) 2022. Es una de las enseñanzas que deja el contexto actual: Especialistas

Por el comportamiento que se ha tenido de la pan­demia en el país, y lo que se ha descubierto a dos años de su presencia en el mun­do, expresó que una par­te crucial para la atención y prevención del virus es la ventilación, por lo cual en México se debe apostar por hospitales que privile­gien esto a fin de evitar en pandemias futuras cifras de muertes e infecciones como las que hoy se presentan.

“Recordemos las lec­ciones, esta pandemia nos ha desnudado, tenemos que aprender la lección y México necesita invertir más en sa­lud. El discurso no está bien si no lo unes a una mayor in­versión, México no puede se­guir siendo el país que menos invierte. Ningún sistema va a funcionar si no se invierte pues estos nos ha demostrado hospitales mal abastecidos, en condiciones deplorables”.

Aunado a esto, habló de contar en el país con una me­jor red nacional de diagnós­tico molecular y mayor aten­ción primaria con estándares razonables, pues la pandemia evidenció la poca preparación en la atención de casos graves. También, pugnó por tener un suficiente aporte de oxígeno, ante el desabasto que se vivió hace un año.

“México, cuando iniciaba la pandemia, no tenía una ca­pacidad de terapia intensiva, probablemente no había 3 mil buenas camas, o sea, qué pa­tético, 3 mil camas de terapia intensiva para un país de 130 millones de habitantes. El go­bierno salió a comprar venti­ladores, pero ¿qué posibilidad tenían de sobrevivir si ese ventilador se iba fuera de una cama de terapia intensiva con personal que no sabe ventilar pacientes?”.

Por último, abordó la efi­cacia en el uso del cubrebocas y de la vacunación masiva. En esto último, dijo que al ser un tanto imposible alcanzar en realidad la inmunidad de rebaño, ante la proliferación de múltiples variantes, llamó a no dejar de vacunar pues ello reducirá de manera sig­nificativa, como ya se ha de­mostrado, cuadros graves de la enfermedad o muertes en demasía.