Policía tapatía hace operativos y “agarran parejo”, denuncia víctima

“En lugar de perseguirnos, que vayan tras los verdaderos delincuentes”

Por Rafael Hernández Guízar

Que la Policía Municipal de Guadalajara viola constan­temente los derechos de frane­leros y lavacoches de la calle 58, al oriente de la ciudad.

Uno de los entrevistados –quien pidió el anonimato por temor a represalias– dijo que llegan los uniformados tapatíos y sin mediar palabra alguna son subidos con el uso de la fuerza a las patrullas para luego ser procesados y hasta multados por un juez municipal.

“Esta es la calle 58, y como ya no dan chamba en las empresas, pues ando en esto para sacar adelante a mi familia y más porque mi es­posa tiene diabetes y con esto saco para sus medicinas. No tenemos dinero para poder salir adelante de otra manera y ella no puede trabajar y yo como le digo no tengo traba­jo en ningún lado y ya no me quieren contratar (…); la cosa es que llegan los policías en los operativos y nos llevan a todos y la multa va de mil a mil 500 pesos, y si no los pa­gas te encierran”.

Sin mediar palabra, las multas son impuestas a los lavacoches, a quienes se les acusa de cobrar a la ciuda­danía por dejar estacionarse en la vía pública, lo cual no siempre es así, según dijo.

“La multa pues está mal, y luego si no pagas tienes que quedarte encerrado 24 horas y ya van tres veces que a mí me agarran y mi señora es la que tiene que andar pagando para que me dejen salir. Claro que no es justo pero qué hacemos no­sotros, porque si te pones como dicen con Sansón a las patadas vas a perder, ahora como le digo a mí no me quieren con­tratar en ninguna empresa ya por mi edad porque tengo más de 50 años. Ahorita gracias a Dios no habido operativos des­de diciembre pero cuando hay operativos llegan y no te dicen nada, sólo te suben a la patrulla y te llevan, y yo a veces no saco más de 200 pesos al día, enton­ces ni cómo hacerle, porque pa­gamos hasta renta”.

Temeroso de cualquier re­primenda que pueda llegar en su contra, este ciudadano re­saltó que su trabajo le permite llevar el sustento a su esposa que además está enferma, por ello pidió al presidente muni­cipal Pablo Lemus Navarro que le permita tener algún tipo de permiso para no trabajar en la clandestinidad, y evitar así cualquier futura multa.

“Parece que siempre va a ser así con ellos, por el pueblo no quieren ver, a mí por eso no me gusta votar, ahora están peor que antes. Yo la verdad que no me quiero echar una bronca, y mire, mis respetos a todos, pero sí se necesita que nos ayuden con esto, que no nos quiten así con multa”, fi­nalizó.