Rateros se llevan hasta la instalación eléctrica: Vecinos

A la falta de vigilancia policial se suma el pésimo estado de las calles y el escaso alumbrado público

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

De nada vale la cercanía del fraccionamiento Mirador del Valle con la presidencia municipal y con la policía: a toda hora hay ladrones que se llevan lo que pueden de las casas/Foto: Especial

Enorme inseguridad se vive en el fraccionamiento Mirador del Valle, en Tlajo­mulco de Zúñiga.

Pese a estar ubicado a sólo unos minutos de la Policía Municipal, se han vivido en esta zona de la ciudad una gran cantidad de robos a casa habitación.

“Escuchas a cada rato que la gente anda encargando la casa con los demás vecinos, que porque se les metieron y les robaron, y eso lo hacen muchos, porque andan vigi­lando en motocicletas, gente normal que llega y se para en la moto, yo vi a uno que andaba así, creí que venía por alguien, luego resultó que es como el modus operandi que tienen, y pues es ahí cuando está cabrón porque llegan y se llevan hasta la instalación eléctrica. A nosotros nos pasó que llegaron, rompieron el candado que teníamos noso­tros, las chapas, y se llevaron todo, hasta las puertas, pero bien descarado los cabrones porque hasta nos pusieron un candado de ellos yo creo que para seguir entrando y lle­varse lo que pudieran, bueno hasta una estufa toda jodida que tenía se la robaron”, de­nunció la señora Margarita González, una de las vecinas entrevistadas.

Tras una denuncia ciu­dadana que llegó a la redac­ción de Página 24 acudi­mos a la zona en cuestión para escuchar a los vecinos molestos.

Trascendió que los habi­tantes lamentan la cercanía que tienen con la presidencia municipal y también con la misma policía de Tlajomulco, algo que pensaron les daría mayor vigilancia, pero ha re­sultado todo lo contrario.

Por cierto que hay mu­chas carencias en este enorme fraccionamiento ubicado a un costado de otro de mayor po­der adquisitivo, Campo Sur, pero es a ellos a quienes más les han robado.

Además del escaso patru­llaje, hay fallas en el alumbra­do público, las condiciones en general de las calles son pési­mas, se han llenado de grafiti y por supuesto, la inseguridad se convirtió en el mayor de sus problemas.