Fertilizantes y semillas, cada vez más caros: Salvador Arellano

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Al elevado costo de los fertilizantes y las semillas, y los apoyos que apenas alcanzan, se suma el hecho de que los intermediarios pagan a los productores cantidades irrisorias por sus cosechas, que revenden al triple o cuádruple al consumidor final, explicó el ex diputado priísta/Foto: Francisco Tapia

Que los campesinos sucumben por la falta de apoyos, sentenció el ex dipu­tado priísta Salvador Arellano.

El ex legislador local y federal re­saltó que los campesinos no pueden ya sostener sus producciones por los bajos ingresos que les supone la cosecha.

“Nosotros por ejemplo en el ejido tenemos nopal, y cómo es posible que una caja de nopal valga 60 pesos cuan­do llegas a un mercado y el kilo está en 30 pesos si la caja trae 40 kilos. El más perjudicado es el productor. El guami­chol te lo pagan en 30 pesos cuando lo venden en 80 al ciudadano, apenas saca uno para sobrevivir, por eso está tan mal el campesino, además que ya no hay apoyos. Yo creo que el gobier­no federal no ha sabido llevar las rien­das del potro, yo creo que el campo va de mal en peor; ve a las amas de casa, que cuando llegan a comprar carne por ejemplo, y no ajusta, a nosotros como productores nos pagan por ejemplo en 40 pesos el kilo de borrego, a cuánto lo venden, el gobierno no ha sabido llevar al pueblo y al campo”.

En tanto, dijo que los apoyos son cada vez menos y que ya no ajusta siquiera para producir maíz, pues con lo que da el gobierno federal no alcanzan para comprar semilla y fer­tilizante, a lo que se agrega el cada vez más bajo precio de la tonelada de este alimento tan indispensable para el mexicano.

“En este momento el único apoyo que tenemos es por parte de Procam­po, pero es una cantidad mínima la que se da al campesino, antes era algo que ayudaba, que permitía comprar semilla y fertilizante, pero ahorita sabes cuán­to cuesta la tonelada de fertilizante, al­rededor de 24 mil pesos, una bolsa de semilla mejorada tres mil, o hasta cin­co mil pesos, por eso ya no es negocio el campo y muchos de los campesinos venden sus tierras para fraccionarlas, para hacer casas, para rentarlas, por­que la producción del campo ya no es negocio”.

Además, dijo también que la delin­cuencia ha llegado a niveles que ya no permiten a los campesinos dedicarse a trabajar, pues por ejemplo, por las no­ches llegan bandas de delincuentes que se roban hasta una hectárea de agaves, lo mismo pasa con el maíz y otros pro­ductos de primera necesidad.

Estos delincuentes, por cierto, están asociados a la delincuencia organizada, al narco, lo que hace más difícil denun­ciar los hechos y tener justicia.