Fertilizantes y semillas, cada vez más caros: Salvador Arellano
Por Rafael Hernández Guízar
Que los campesinos sucumben por la falta de apoyos, sentenció el ex diputado priísta Salvador Arellano.
El ex legislador local y federal resaltó que los campesinos no pueden ya sostener sus producciones por los bajos ingresos que les supone la cosecha.
“Nosotros por ejemplo en el ejido tenemos nopal, y cómo es posible que una caja de nopal valga 60 pesos cuando llegas a un mercado y el kilo está en 30 pesos si la caja trae 40 kilos. El más perjudicado es el productor. El guamichol te lo pagan en 30 pesos cuando lo venden en 80 al ciudadano, apenas saca uno para sobrevivir, por eso está tan mal el campesino, además que ya no hay apoyos. Yo creo que el gobierno federal no ha sabido llevar las riendas del potro, yo creo que el campo va de mal en peor; ve a las amas de casa, que cuando llegan a comprar carne por ejemplo, y no ajusta, a nosotros como productores nos pagan por ejemplo en 40 pesos el kilo de borrego, a cuánto lo venden, el gobierno no ha sabido llevar al pueblo y al campo”.
En tanto, dijo que los apoyos son cada vez menos y que ya no ajusta siquiera para producir maíz, pues con lo que da el gobierno federal no alcanzan para comprar semilla y fertilizante, a lo que se agrega el cada vez más bajo precio de la tonelada de este alimento tan indispensable para el mexicano.
“En este momento el único apoyo que tenemos es por parte de Procampo, pero es una cantidad mínima la que se da al campesino, antes era algo que ayudaba, que permitía comprar semilla y fertilizante, pero ahorita sabes cuánto cuesta la tonelada de fertilizante, alrededor de 24 mil pesos, una bolsa de semilla mejorada tres mil, o hasta cinco mil pesos, por eso ya no es negocio el campo y muchos de los campesinos venden sus tierras para fraccionarlas, para hacer casas, para rentarlas, porque la producción del campo ya no es negocio”.
Además, dijo también que la delincuencia ha llegado a niveles que ya no permiten a los campesinos dedicarse a trabajar, pues por ejemplo, por las noches llegan bandas de delincuentes que se roban hasta una hectárea de agaves, lo mismo pasa con el maíz y otros productos de primera necesidad.
Estos delincuentes, por cierto, están asociados a la delincuencia organizada, al narco, lo que hace más difícil denunciar los hechos y tener justicia.