El Presidente se compromete a crear plan de protección

Por Marta Molina

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“Tenemos que proteger, conservar, los sitios sagrados. Ese es mi compromiso. Le voy a pedir a Adelfo Regino, que es el que nos ayuda para la atención de los pueblos indígenas de México, que hable con ustedes, que se vaya elaborando un plan regional para todas las comunidades de Jalisco, Zacatecas, Durango, Nayarit, San Luis Potosí, y que cuando ya tengan la elaboración de ese plan, que surja de ustedes, de sus necesidades, que no haya ninguna imposición”, detalló López Obrador en la reunión de AMLO con Wixárikas en Palacio Nacional/Foto: lopezobrador.org.mx/

Marzo 23, Ciudad de México (apro).– Represen­tantes wixárikas de Nayarit, Durango y Jalisco, además de habitantes de la Sierra de Catorce, San Luis Potosí, de­mandaron al presidente An­drés Manuel López Obrador que se cancelen las concesio­nes mineras y la protección para sus sitios sagrados de megaproyectos agrícolas que usan tecnología para detener la lluvia en sus regiones.

Después de hacer una lar­ga peregrinación de 11 días y una ceremonia el pasado 18 de febrero en el lugar sagrado de El Quemado, en San Luis Potosí, en la que participaron cerca de 600 integrantes de las comunidades wixárikas de Nayarit, Durango y Ja­lisco, los representantes de este pueblo se reunieron en Palacio Nacional con el pre­sidente López Obrador para entregarle una carta en la cual plantean los problemas am­bientales que enfrentan des­de hace años en las regiones donde viven.

Los representantes de las autoridades de los pueblos wixárikas denunciaron el im­pacto que han tenido en sus tierras por la explotación mi­nera, la erosión de las tierras por los grandes proyectos de agroindustria y por los tira­deros avícolas, que ocasionan plagas de moscas y principal­mente falta de agua.

En el patio central de Pa­lacio Nacional, López Obra­dor se comprometió a crear un plan para la protección de esos altares, además de visi­tar alguna de sus comunida­des para presentarlo.

“Tenemos que proteger, conservar, los sitios sagrados. Ese es mi compromiso. Le voy a pedir a Adelfo Regino, que es el que nos ayuda para la atención de los pueblos in­dígenas de México, que ha­ble con ustedes, que se vaya elaborando un plan regional para todas las comunidades de Jalisco, Zacatecas, Duran­go, Nayarit, San Luis Potosí, y que cuando ya tengan la elaboración de ese plan, que surja de ustedes, de sus nece­sidades, que no haya ninguna imposición. Ya decidí visitar, hago ese compromiso, nos reunimos”, manifestó el pre­sidente López Obrador.

Como parte de su entrega de ofrendas, integrantes de la comunidad acudieron a Pala­cio Nacional a cantar un rezo al presidente y su esposa Bea­triz Gutiérrez Müller, a quie­nes les regalaron una vela que simboliza la fuerza para que siga trabajando con energía, y un tutu (peyote), que para este pueblo originario es conside­rado un maestro y el medio para tener armonía espiritual, “elegido por alguien muy es­pecial para ellos”.

Mijares Valdez Bautista, coordinador general del Con­cejo Regional Wixárika para la Defensa del Lugar Sagrado de Wirikuta, dijo que la re­unión y bendición del Palacio se dio luego de visitar el ce­rro del Tepeyac en la Villa de Guadalupe, la cueva de Xical­co en la zona arqueológica de Cuicuilco y el Templo Mayor.

“Eso es lo que nos trajo aquí, tener acercamiento con el presidente, en buen plan nos escuchó, nos atendió, y creo que prácticamente es a lo que fuimos. Quizá tengamos muchas necesidades de infra­estructura, salud básica pero ahorita no es eso, si no están los recursos naturales bien, los lugares protegidos bien, en buenas condiciones, lo de­más se ubica como un segun­do término”, agregó.

Finalmente alertó que si­guen en peligro sus lugares sagrados ya que hay muchas concesiones y el camino ya no es libre para llegar a ellos. Los wixárikas se reunirán con Adelfo Regino, titular del Ins­tituto Nacional de los Pueblos Indígenas, para acordar el plan de justicia y posteriormente lo firmará y pondrá en marcha el presidente de la República.

La defensa de la “renovación del mundo”

Antes de llegar a Pala­cio Nacional, desde finales de año, el Consejo Regional Wixárica por la Defensa de los Lugares Sagrados hizo pública una carta dirigida a los representantes de los pue­blos indígenas de México y también del sur y del norte del continente americano en la que les invitaban a partici­par en una ceremonia para la “renovación del mundo” el 18 de marzo, en un momento en el que, como comentan en su carta, “la falta de lluvia es uno de los signos que muestra que nuestro mundo está des­acomodado y desequilibrado gravemente”.

El pueblo wixárika, uno de los más antiguos del Conti­nente Americano, tiene como fundamento cultural una rela­ción íntima con los ancestros-naturaleza, el diálogo con ellos y su obediencia para cumplir con sus mandatos son imprescindibles para mante­ner los equilibrios de la vida y obtener, como dicen, los regalos de abundancia que la madre naturaleza prodiga.

Realizan ceremonias y lar­gas peregrinaciones a nume­rosos lugares sagrados y, jus­tamente, como explican en la carta, el pasado año 2021 cum­plieron una primera etapa de un trabajo para propiciar la llu­via que les pidieron los campe­sinos mestizos que habitan en el desierto de Wirikuta, el altar del oriente de su cosmovisión, uno de los más importantes de su mapa sagrado.

Fue durante el proceso de este ciclo ceremonial para pedir la lluvia en Wirikuta que recibieron la revelación sobre el grave desequilibrio del mundo manifestado en la falta de lluvia. Además, ase­guran que varios cantadores (marakames) han recibido desde hace años este diag­nóstico junto con la revela­ción del Ciclo ceremonial de la “renovación de las velas de la vida” o “renovación del Mundo” que les corresponde a los wixaritari (plural para wixárika) como el “intento para revertir una inminente catástrofe mundial”.

El llamado de los wixári­cas recibió el apoyo de gru­pos ecológicos conectados con Wirikuta de Senegal, Cataluña, Portugal, Chile, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Argentina, Francia y España que realizaron “alta­res espejo” por la defensa de la “renovación del mundo”.

En el caso de México, recibieron el apoyo de los pueblos, organizaciones y colectivos de Puebla, Tlax­cala, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Oaxaca, Guerrero y Querétaro que se sumaron a la “Caravana por el agua y por la vida: Pueblos unidos contra el despojo capitalista” que inició el día 22 de marzo en las tierras del municipio de Juan C. Bonilla, Puebla, y terminará el día 24 de abril en la comunidad de Cuentepec, Morelos.

Entre las organizaciones que apoyan la iniciativa del pueblo wixárica por la defen­sa del agua están el Congreso Nacional Indígena; Comuni­dad Otomí Residentes en la CDMX; Casa Okupa Chiapaz; Coordinación de Pueblos, Ba­rrios Originarios y Colonias de Xochimilco; UPVA 28 de octubre; Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y los Volcanes; Coordinación Me­tropolitana Anticapitalista y Antipatriarcal con el CIG; Mazatecas por la Libertad; Unificación de Pueblos y Co­lonias Contra la Minería en Morelos; Colectivo Comune­ros de Conciencia y Jóvenes Comuneros y Comuneras de Milpa Alta; el Frente de Pue­blos en Defensa de la Tierra y el Agua, Morelos, Puebla y Tlaxcala; el Frente en Defen­sa del Valle Matlazica, entre otros.

Luego del encuentro con López Obrador en Palacio Nacional, los representantes del pueblo wixárica, Minjares Valdez Bautista, coordinador del concejo regional por la defensa de los lugares sagra­dos; Mario Muñoz Cayetano, presidente de la Unión de los centros ceremoniales de Jalis­co, Durango, Nayarit, y San­tos de la Cruz, coordinador de la mesa jurídica del consejo regional y representante agra­rio de Uweni Muyewe, se re­unieron en Palacio de Bellas Artes con Lucina Jiménez, di­rectora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.