Personal complica la vida a enfermos, denuncian

A los malos tratos –la queja más frecuente– se suma la escasez de medicinas

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

La clínica 54 del Instituto Mexicano del Seguro Social ubicada en el municipio de San Pedro Tlaquepaque tiene muchas quejas entre los usuarios por la falta de medicamentos, además de que quienes trabajan en el lugar tratan descortésmente a los pacientes/Foto: Francisco Tapia

Pésima atención se regis­tra en la clínica 54 del Ins­tituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Ubicada en el municipio de San Pedro Tlaquepaque, esta clínica tiene muchas quejas entre los usuarios por la falta de medicamentos.

“Mire, no tengo mi tarje­tón y me dicen que no me van a atender, que porque no trai­go tampoco mi comprobante de domicilio ni la foto, pero traigo la credencial del segu­ro, y mi credencial de elector, y yo vengo por mi insulina porque soy diabética”, dijo una molesta ciudadana entre­vistada por este reportero.

Y agregó: “A cada rato es lo mismo, que no hay medi­cina, y yo la verdad ya no he vuelto porque siempre es lo mismo, seguido pasa, es más, a veces ni la insulina tienen. Si yo pierdo la cita ya no me quieren atender, me mandan hasta otro mes, y pues es perder todo, y es­tar esperando a que lo atien­dan a uno, pues no”.

Personas como ella con una condición de salud difícil, deben tratar de conseguir sus medicinas en la vía privada, pues de esperar a que tengan todo en las clínicas del IMSS simplemente irían a peor.

“Yo lo que le diría es que nos ayuden, que los que te­nemos diabetes batallamos mucho para venir, porque yo por ejemplo, traigo mal mi pie, no puedo caminar, yo me vengo en carro de sitio o a ver cómo porque no pue­do andar en el camión, y la verdad que sí hay muy mala atención aquí”.

Los malos tratos son cosa de todos los días, y simple­mente se quedan esperando siquiera se les diga si habrá o no medicina para ellos me a mes.

“Llega uno con la moral bien baja y aquí hacen que la traigo uno peor. Otra cosa que los baños por ejemplo, están bien sucios, con ganas de vo­mitarse”, finalizó.