“Más tardamos en pintar que los vagos en volver a rayar”

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Comercios de la zona metropolitana padecen el azote de adolescentes desobligados que “dejan su marca” en cortinas y paredes de casas y negocios. Un ejemplo de ellos son las colonias limítrofes de Guadalajara y Tonalá, donde ante el escaso patrullaje los vándalos rayonean por doquier/Fotos: Francisco Tapia

Comerciantes y ciudada­nos en general lamentaron el cúmulo tan grande de grafitis en calles de Guadalajara y To­nalá.

En los límites entre estos dos municipios hay muchas paredes rayadas y constan­temente algunos comercios son blanco de los grafiteros, por ello ciudadanos exigie­ron a las autoridades que sean más enérgicos con el castigo a quienes dañan la propiedad privada.

“Más tardamos nosotros en pintar que los vagos en rayar la cortina y las paredes, y pues sí da muy mal aspecto porque si uno llega y ve todo raya­do cómo quedaba pensar que las cosas no están bien y que a veces hasta eso uno cochi­no, y persona que culpa tiene porque de verdad que hemos pintado a cada rato el año pa­sado pintamos cinco veces y las cinco veces al día siguien­te ya estaba rayado, aquí pues es un negocio y la gente es­pera hallar siempre todo muy limpio, luego también ni que nos regalaron la pintura”, dijo la propietaria de una cremería ubicada en el municipio de Guadalajara.

Por su parte, un vecino de la avenida Malecón, en Tona­lá, resaltó que son mayormen­te jovencitos los que llegan y sacan de sus mochilas latas de aerosol y en unos cuantos se­gundos dejan sus rayas en las paredes.

“Son unos desobligados, de esos que ni estudian ni trabajan y que nomás andan jodiendo la existencia todo mundo, yo quisiera ver qué sentirían ellos si uno llega y le raya la cara, como que no les gustaría verdad, pero pues también son muy pocos los policías que hay aquí en Tonalá para poder tener todo en orden; si a veces cuando hay robos o cosas así no lle­gan, los policías digo, me­nos cuando le hablan que alguien anda rayando las paredes”.

La problemática se ha re­producido en los límites entre estos dos municipios donde las policías de Guadalajara y Tonalá no logran tener el con­trol de la situación; por ello, vecinos y comerciantes indi­caron que esperarían medidas más severas contra aquellos que hacen este tipo de daños en sus propiedades.