Floreciente negocio en la ZMG

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Se cuentan por cientos las personas que acuden por su agua de sabor, ante las elevadas temperaturas registradas recientemente en la ciudad. Para muchos es mejor opción, más barata y saludable que un refresco o que preparar la bebida uno mismo/Foto: Francisco Tapia

Los vendedores de aguas frescas hacen su agosto en pleno marzo, las altas tem­peraturas hacen que la gente consuma más este producto.

En diversos estableci­mientos, así como en ne­gocios de comerciantes, la venta de aguas frescas ha re­puntando.

“Sí va bien esto. Por el calor la gente prefiere com­prar agua fresca más que un refresco, les refresca más”, indicó la propietaria de un negocio de comida en un mercado municipal de Gua­dalajara.

A ella se le vende más el agua fresca que la comida, al menos en esta temporada de calor.

“Estamos vendiendo más el agua fresca que el refresco, y que la comida incluso, repi­to es por el tiempo de calor”.

Las mismas personas indi­caron que es más provechoso en muchas ocasiones comprar el agua ya hecha que ponerse a prepararla en sus hogares.

“Pues nos sale más bara­to, lo que pasa es que aquí la señora da las aguas muy ba­ratas y la verdad es que con este calor pues se antoja más el agua ya está la comida. Ya no encuentra uno por dónde caminar porque el sol está fuertísimo, y no tarda en en­trar el sol más fuerte; según las noticias dicen que va a venirse más duro el calor”, dijo una mujer entrevistada ayer en ese mismo mercado municipal.

“Aquí la señora da muy barata el agua, por 20 pesos nos da como un litro y medio más o menos, y eso nos cues­ta más barato que ponernos a hacer el agua en la casa por­que ya ha subido bien mucho el azúcar y hasta las frutas”, agregó.

Incluso en paleterías del centro de Guadalajara se aprecia que hay personas que hasta hacen fila para llevarse agua fresca, no sólo en bolsas sino hasta en palanganas que llevan algunas personas para luego llevarlo a sus hogares.

Lo mismo sucede con quienes venden agua fresca en carritos en el centro de la ciudad.

“Con un agua y un para­guas, a caminar, porque el ca­lor está bien fuerte”, finalizó.