Es limitante tener que comprar la tarjeta, denuncian usuarios

Tener que pagar forzosamente con la tarjeta restringe a miles de personas el uso de este sistema de transporte articulado

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Los que no tienen la tarjeta de Mi Movilidad deben adquirirla; es decir, el gobierno de Jalisco no da la opción de poder movilizarse pagando con efectivo. Ya cuando se compra la tarjeta, el problema son los abarrotados puntos de recarga, los cobros dobles por pasaje y que el plástico es poco resistente/Foto: Francisco Tapia

Ciudadanos señalaron su molestia por la dificultad que se vive en el Peribús para po­der viajar si no se cuenta con la tarjeta.

Y es que en este transpor­te no hay manera de pagar en efectivo como sucede en los camiones o el tren ligero, por ello quiénes no tienen la tar­jeta sólo cuentan con dos op­ciones: pagarle a alguien para que se la preste o comprar una nueva.

“A mí no me parece bien, porque por ejemplo en mi caso ya van tres tarjetas que tengo que comprar porque si se me olvidaba algo me ten­go que aguantar y comprar una tarjeta nueva y pues estar comprando tarjetas y tarjetas como que no es negocio para mí para ellos sí porque te la venden pero para uno no”, dijo uno de los entrevistados por este reportero.

“Yo digo que debería ser más accesible para todos el poder tener la tarjeta o que hubiera la oportunidad de poder pagar en efectivo también aquí porque en verdad que no todos a veces traemos para hacer la compra de una tarjeta a veces nada más traes lo del pasaje y pues cómo le haces, le tienes que andar pidiendo el favor a alguien para que te pague el viaje”.

Otra de las entrevistadas resaltó que se ha complicado mucho para ella y algunos co­nocidos recargar la tarjeta que tuvieron que comprar para poder hacer uso de este siste­ma de transporte.

“Pues me pasó algo muy desagradable, porque yo la recargué y luego de usarla me salió como si ya no traje­ra nada y no es justo porque pues se supone que para eso uno le pone, para no estar ba­tallando y resulta que ahora tuve que volver a ponerle y ya no sé qué pasó ahí, nadie se hace responsable y nadie te quiere regresar nada”, dijo.

“No me parece mal que haya tarjeta, pero sí me pa­rece mal que sea nada más el único modo de poder viajar”, agregó.

Además, otros de los en­trevistados resultaron que al meterla en sus carteras se han llegado a doblar y esto hace que luego esa tarjeta no fun­cione.

“Se me dobló y pues nada, ya no jaló (funcionó), y pues de malas porque me tocó pa­gar otra pinche tarjeta, que chinga de veras”.

Las quejas en torno a las tarjetas para hacer uso del transporte público fueron mu­chas, al menos las externadas a este reportero.

Por ello, ciudadanos entre­vistados consideraron que es urgente que se revise por par­te de las autoridades tanto la posibilidad de pagar en efec­tivo en cada uno de los siste­mas de transporte así como de que dichas tarjetas sean de mejor calidad y que exista una mayor transparencia en el manejo de las mismas.