Celebran el 6 de enero en familia

Por Rafael Hernández Guízar

Llegó el Día de Reyes, mi­les de personas partieron la tradicional rosca con la que terminan los festejos navide­ños en México.

Ayer se celebró el Día de Reyes, en conmemoración a los sabios de oriente que acudieron a ver nacer al niño Jesús, según la tradición cató­lica y cristiana; sin embargo, es también la fecha en la que se celebra una tradición que convoca a las familias para convivir y partir una rosca que encima, tiene fruta seca y azúcar, en ocasiones, está rellena de chocolate o crema pastelera, pero lo que la hace tan especial, es que dentro de ella tiene figuras de niños pe­queños, bebés que representan a Jesucristo y que es motivo de orgullo para las personas tener la suerte de que uno de ellos salgad entro del pedazo que les toca en la cena.

“A mí me encanta que me salga, aunque haya que poner los tamales, porque es la tra­dición, es que, es algo muy bonito que al paso del tiem­po se ha perdido, que muchas personas han dejado ya de ha­cerlo en familia”, dijo Alberto González, uno de los entrevis­tados.

“En la casa pues comemos la rosca, hacemos chocolate en leche, y comemos rome­ritos con mole, es algo que en la capital siempre hemos hecho, pero que en provincia –fuera de Ciudad de México– como que no lo tienen tan arraigado, bueno, en Cajitit­lán (en Tlajomulco de Zúñi­ga) sí, es un festival enorme el que se hace porque son los santos patrones de allá, pero no es algo que sea tan común vaya”, agregó.

Es en este día también, en el que a los niños les llegan los regalos en el árbol navide­ño, al menos para aquellos en los que la festividad de reyes es más representativa, a dife­rencia del común de la gente que ve como el día más gran­de, el de la navidad, es decir, el 25 de diciembre.

Por ello, las roscas de reyes estuvieron casi agotadas en varios de los establecimientos de Guadalajara que pudimos recorrer.

En grandes almacenes, tiendas de conveniencia y hasta en panaderías de tradi­ción ubicadas en el centro de Guadalajara se terminaron. In­cluso hubo sitios donde tuvie­ron que hacer roscas de nueva cuenta, pues desde temprana hora se acabaron.

Los precios iban de los 100 a los 700 pesos, según el lugar y las características de las roscas.

Pero los taqueros no se quedaron atrás y ofrecían ros­cas de tacos o sea, una serie de tacos acomodados como si fuese la rosca de reyes, prin­cipalmente de pastor, chorizo y bistec.